Los editoriales de Zara marcan el ritmo de las tendencias de cada temporada. Con una o varias modelos como protagonistas, las prendas escogidas en cada campaña se convierten en objetos de culto de las fashionistas. Pero las modelos que las acompañan también trascienden. Stay Minimal es el último ejemplo, en ese editorial la protagonista es Liya Kebede, que aparece vestida con canalé,vestidos básicos y mangas con volumen. Pero Liya es mucho más, pues la modelo de 41 años ha sabido aprovechar su experiencia y su voz para dar a conocer a la opinión pública las condiciones en las que las mujeres africanas se ven obligadas a dar a luz.
Liya está luchando por que el parto de estas embarazadas no quede en manos del azar. Su lucha comenzó tras dar a luz a su segunda hija, cuando en el año 2005 la Organización Mundial de la Salud la escogió como embajadora por esta causa. Entonces, Liya creó la fundación que llevaba su nombre y que a día de hoy se encarga de los alumbramientos de las mujeres africanas; también se involucra en otras causas educativas relacionadas con la salud reproductiva y materno-infantil. Para conseguir llevar a cabo su fin, tuvo que ayudar a incrementar el número de centros y de personal sanitario.
Una carrera de fondo y comprometida
La carrera Liya kebede comenzó con pocas garantías de éxito, pues es originaria de Eitopía y, aunque de familia acomodada, no tenía las mismas garantías de éxito que una modelo europea. Tuvo que luchar por conseguir una carrera hasta que Tom Ford la fichó. En 2003 dio su gran salto al aparecer en una campaña de Gucci, apoyada por el diseñador. Desde entonces se convirtió en una modelo muy solicitada y consiguió ser la primera mujer de color en protagonizar una campaña de belleza millonaria. Fue con la firma Esteé Lauder, pero ella nunca ha querido darle mucho bombo: "Cuanta más importancia le demos al hecho de que una modelo de color tenga éxito, menos contribuimos a la normalización de su presencia".
La filantropía incansable que caracteriza a la modelo la impulsó para crear una marca solidaria llamada Lemlem, que coincide con el nombre actual de su fundación. La parte fashionista de Lemlem está relacionada con un grupo de tejedoras tradicionales etíopes. Liya Kebede ha apostado por estas mujeres, manteniendo los puestos de trabajo que estaban a punto de perder. Confía en ellas para la creación de sus colecciones, de estampado tradicional del país. Colecciones que por su parte se han hecho un hueco en portales de venta de lujo como Net-a-porter.
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