Hace poco más de un año, Lutz Huelle tomó el relevo de Josep Font como director creativo en Delpozo y, desde entonces, el diseñador alemán apenas se ha dejado ver, no ha concedido entrevistas ni ha hecho desfiles para presentar las colecciones de la casa creada por Jesús del Pozo en 1974.
El misterio y el silencio han rodeado el proyecto, aunque él ha trabajado con normalidad en Madrid durante la semana y viajado los fines de semana a París, donde reside desde hace años y prepara las colecciones y desfiles de la marca que lleva su nombre. Hasta ahora, que ha roto ese silencio con una sorpresa: el 6 de febrero empieza a vender on line y en tiendas la colección Delpozo para Anthropologie, una firma norteamericana poco conocida en España (su primera tienda está en Barcelona y proyecta apertura en Madrid), pero que tiene 231 tiendas en Estados Unidos, 22 en Europa y presencia en Canadá y otros países.
Mujerhoy Es su primera colaboración con una firma para grandes audiencias, como Anthropologie. ¿Por qué ahora?
Lutz HuelleUno de mis objetivos es hacer Delpozo un poco más accesible a la gente, crear una colección más democrática, más fácil de usar. La moda ha cambiado y ahora hay que pensar más en la vida real diaria de la gente, no solo en las “ocasiones especiales”. Anthropologie es una firma con una visión muy democrática. Anthropologie no es una marca al uso. Además de moda, vende joyas, cosmética, muebles y complementos de hogar, regalos, plantas y hasta bombones. Y en cada ciudad apuesta por diseñadores locales (en Barcelona tiene propuestas de Paula Gavira, About Arianne, Hoff o Indie & Cold). “Es una propuesta sui generis, que en algunos mercados tarda un tiempo en ser entendida, pero cuando la descubres no puedes vivir sin ella”, asegura Peter Ruis, director ejecutivo internacional de Anthropologie, que nos acompaña durante la entrevista. “Nos gusta hacer lo que nadie espera que hagamos. Lo mejor de trabajar en Anthropologie es que nuestras clientas valoran lo que consideran bello. He trabajado con otras firmas en las que la clienta no necesita sorpresas, solo saber si es algo que lleva Kim Kardashian. Así que la idea de trabajar con una firma pequeña, pero con una tradición increíble, era más seductora”, añade Ruis.
M.H. ¿Qué claves le dio Anthropologie para desarrollar la colección?
L.H. No me dieron, solo conversamos sobre lo que veíamos que podía aportar Delpozo.
M.H. ¿Cómo describiría la colección?
L.H. No tiene que ver tanto con las tendencias o con lo que pasó la última temporada, como con que sea perdurable, que lo quieras usar el resto de tu vida, conservarlo, guardarlo en tu armario y usarlo una y otra vez… Esa era idea principal. Delpozo es color y alegría de vivir, algo que es muy importante en este momento… Y en ese proceso agregamos elementos, como accesorios e incluso una butaca.
M.H. Habla de prendas para toda la vida… La sostenibilidad es uno de los temas clave en la moda actual. ¿Hay que hacer un consumo más responsable?
L.H. Me importa que la ropa exprese valores reales. Siempre he pensado así. Y sí, el hecho de comprar algo y no usarlo más de dos o tres veces me parece un completo error. Dar uso a una prenda es darle un valor real. Me interesa hacer ropa que esté bellamente confeccionada y que se quede contigo.
M.H. El otro asunto clave tiene que ver con el género… La industria sigue siendo algo sexista mientras la calle empieza a superar barreras. ¿Compartiremos la ropa hombres y mujeres?
L.H. ¡Eso espero, de corazón! Yo no hago mucha distinción entre ropa para hombres y mujeres. No hay nada más sexy que intercambiar roles. Encuentro muy sexy que una chica use la americana de su chico.
M.H. El intercambio está normalizado en la mujer. ¿Pero qué hay de un chico usando la falda o los tacones de su chica?
L.H. [Risas]. Tiene razón, sigue siendo culturalmente inaceptable en muchos lugares, no es algo que veas en la televisión en ningún país. Lo que en las mujeres se considera algo sexy, en los hombres no. Así que lo primero es luchar contra esos y otros muchos prejuicios. Dicho esto, para los que trabajamos en la industria también resulta un poco estereotipado eso de decir: “Esta es una falda para él y para ella, ambos pueden usarla”. Porque no olvidemos que también nos gusta celebrar nuestras diferencias. Al final, creo que se trata de hacer la mejor moda y que la use quien quiera, sin hacer énfasis en “es para él” o “es para ella”. La moda siempre ha estado enamorada de la libertad. Sé quien eres. Todo está permitido. Y amamos a todos.
M.H. ¿Cómo está siendo la experiencia de vivir en Madrid?
L.H. Increíble, es un regalo. ¿Sabe? Me había hecho una idea de cómo sería y es exactamente así, pero multiplicado por 10. Me esperaba la marcha, la exuberancia, la pasión… La pasión de la gente es lo más estimulante cuando eres diseñador. Me he encontrado con gente maravillosa.
M.H. ¿Y qué pasará con Delpozo?
L.H. Bueno, ahora mismo la compañía está en venta [Delpozo forma parte de la empresa española Perfumes y Diseño, y es esta división de moda la que está en venta]. Así que no sabemos qué buscarán los nuevos propietarios y si lo que buscan se corresponde con la idea que yo tengo de Delpozo. Por mi parte mantendré mis planes hasta que eso ocurra.
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