Por muchos que sean los vestidos de Lady Di que hayan pasado a la historia, como su vestido de novia o el que lució en Cannes en 1987, no hay ninguno que haya contado con tanto significado y haya trascendido al paso de los años como el popularmente conocido como el vestido de la venganza. El título le vino dado por la prensa norteamericana, aunque The Telegraph lo llamó «la pieza de resistencia» y «posiblemente el vestido más estratégico jamás usado por una mujer en tiempos modernos».
Respecto a esta icónica pieza, se bautizó así debido a su carácter atrevido y al hecho de que Lady Di lo llevara en la misma noche en la que se hizo pública la infidelidad del príncipe Carlos con Camilla Parker Bowles en 1994. Pero, la historia que se esconde tras este vestido es mucho más amplia. Así se revela en el recién publicado libro Diana: A Life in Dresses, donde además se exploran muchos más outfits históricos de la princesa.
El famoso vestido de la venganza fue obra de Christina Stambolian y, aunque Lady Di lo llevará en 1994, lo compró en septiembre de 1991. Diana había salido con su hermano a dar una vuelta cuando pasaron por la boutique de la diseñadora en Beauchamp Place: «Eran las 2 de la tarde un sábado de septiembre», recuerda Christina en el libro. «Pensé que la mujer me resultaba familiar. Todos nos reímos cuando nos dimos cuenta de que realmente era ella. Diana compró un vestido corto de día negro y rojo, una blusa de seda amarilla y una pequeña blusa sin mangas crema. Luego dijo: «Quiero un vestido especial para una ocasión especial. No importa si es corto o largo. Tiene que ser algo especial». Nos sentamos y dibujé algunos bocetos en un papel. El vestido era revelador, bastante corto y mostraba bastante pierna y carne. Diana no estaba segura al respecto. Pensó que era un poco arriesgado. Le dije: «¿Por qué no ser atrevida?» Pero ella quería que todo estuviera más cubierto, más largo y con el cuello más alto. Le dije que tenía buenas piernas y que debería mostrarlas. El vestido era valiente y revelador.», explica la diseñadora.
El vestido tardó 60 horas en crearse, ya que el corpiño tuvo que ser cosido a mano y la falda cuidadosamente drapeada. Durante tres años, el vestido quedó colgado en el armario de la princesa hasta que llegó su momento. Y, es que, aquella tarde de septiembre de 1994 Diana iba a elegir en verdad otro vestido, firmado por Valentino y que destacaba por ser precisamente del color opuesto: blanco. El cambio de opinión vino dado por el escándalo de su marido y Diana eligió este diseño de Christina junto a su mayordomo, Paul Burrell.
Sin duda, un vestido que lleva consigo un pedazo de historia y del que ahora conocemos mucho más. Además de este, en el recién estrenado libro se exploran también icónicos looks como su look de compromiso, los de luna de miel o el vestido con el que bailó junto a John Travolta.
Libro: Diana: A Life in Dresses
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