Tiene más de dos millones y medio de seguidores en Instagram, pero Leandra (Medine) Cohen –como le gusta que la llamen–, no es una influencer más. Neoyorquina de nacimiento y con ascendencia turca e iraní, la empresaria ha hecho del arte de reírse de sí misma un negocio, y de su célebre blog Man Repeller –que pasó en pocos años de ser una web más en el ciberespacio en el que encontrar tips de moda y consejos de estilismo, a una redacción de, al menos, siete personas– una de las más referenciadas en la industria. Ella misma cuenta que la idea de bautizar su página web como Man Repeller –repele hombres–, surgió una tarde de shopping con una amiga la que, como respuesta a sus quejas por la mala suerte que tenía entonces con los chicos, le respondió que “era lógico que asustara a los hombres con esas pintas”. Así se forjó uno de los sites de moda más prestigiosos de la industria. Y de la misma manera que Leandra no es una influencer cualquiera, Man Repeller no es solamente una página web de moda, porque nadie más que esta neoyorquina criada en un elitista entorno judío ortodoxo del Upper East Side puede combinar unas chanclas tipo Hawaianas con un vestido de noche con brillo y salir airosa, o llevar unas bermudas de tartán con una chaqueta de tweed y un jersey de cuello alto y no resultar estrafalaria.
© Creatividad de Mar Lorenzo, imágenes de Zara y Getty Images
Graduada en arte, Medine asegura que pertenece a ese grupo de chicas “que se viste para las chicas” y así, a golpe de mucha espontaneidad y un sentido fino y extravagante del buen gusto, ha sido capaz de forjar un estilo genuino y sin pretensiones casi imposible de copiar. Entre sus referencias estéticas, guiños a Clueless, a Mark Whalberg cuando todavía era Marky Mark y, en general a la década de los 90 y al arte del layering, que pone en práctica constantemente a través de casi todos sus estilismos.
© Imagen de Getty Images
¿Y qué hay en el armario de Leandra Medine que nos acerque un poco más a su universo?
– Muchas camisas. Blancas con cuellos románticos e importantes, pero también muchas camisas masculinas.
– Muchos pantalones vaqueros, aunque siente cierta predilección con lo de corte más recto.
– Jerséis y cardigans de lana que suele llevar por encima de camisas y jerseys de cuello alto durante el invierno.
– Muchas sandalias; muy planas pero también muy altas.
– Muchos anillos y pendientes particulares (no olvidemos que proviene de familia joyera)
– Y también muchas zapatillas, muchos hot pants, muchos leggings y muchas gabardinas.
Nuestros periodistas recomiendan de manera independiente productos y servicios que puedes comprar o adquirir en Internet. Cada vez que compras a través de algunos enlaces añadidos en nuestros textos, Condenet Iberica S.L. puede recibir una comisión. Lee aquí nuestra política de afiliación.
Fuente: Leer Artículo Completo