A estas alturas de la historia, nos ha quedado bastante claro que a Kate Middleton los vestidos camiseros le gustan y mucho. En estos últimos años, la royal los ha llevado en todas sus diferentes versiones –de lunares, de manga corta, de largo midi, con cinturón, de flores…– y con todos, obviamente, se ha marcado un señor LOOKAZO (en mayúsculas). Primero, por supuesto, porque sin duda alguna este tipo de vestidos le sientan como un guante y resaltan su estilizada silueta y, segundo, porque ha demostrado que no hay nadie que la supere en elegancia y estilazo a la hora de llevarlos. Y la clave está, cómo no, en el calzado con el que los combina. En invierno, con zapatos de tacón y en verano, cómo no, con alpargatas de cuña, como ha demostrado esta misma tarde con su segundo lookazo del día.
Si esta mañana nos sorprendía con un vestido camisero blanco y una mascarilla de flores de la firma Amaia Kids, hace unas horas volvía a hacer lo propio con un estilimo, todo hay que decirlo, "muy Kate". Sencilla, elegante y pluscuamperfecta, Middleton se ha decantado para su visita a Barry Island por un vestido camisero de flores con cinturón de Emilia Wicksted -marca a la que suele recurrir con bastante frecuencia para este tipo de vestidos- que le hacía cinturita de avispa y le aportaba luz al rostro gracias a su tono verde agua y que ha combinado magistralmente, cómo no, con sus ya inseparables alpargatas de cuña favoritas (y las de todas las royals), las de la marca española Castañer. Un modelo clásico, en color tierra y que ya le vimos hace tan solo unas semanas (también conjuntadas con otro vestido de Emilia Wicksted) y que, sin duda alguna, han sido clave para darle este toque relajado, de verano y de tendencia al look. Unas cuñas que no solo hacen el binomio más ideal con estos vestidos, salta a la vista, además, son versátiles, comodísimas y, sobre todo, visten tanto (o más) que cualquier tacón.
Normal que Kate (y todas) se hayan vuelto locas con ellas, ¿no?
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