Es una de las búsquedas más repetidas durante los meses de bajada de las temperaturas, los abrigos (de lana) son capaces de marcar la diferencia entre un look que ni fu ni fa y otro que se grabe en nuestras retinas para siempre. Es por eso que suele decirse que “un buen abrigo es una inversión para siempre”, porque los buenos abrigos no envejecen, porque sobreviven a los vaivenes propios de la industria y porque merece la pena apostar por piezas perennes. De entre todos los viejos conocidos que propone la temporada –de cuadros, jaspeados, masculinos, oversized…–, hay uno que nos ha llamado poderosamente la atención. Sin ninguna concesión a la tendencia y con un patrón absolutamente clásico, este abrigo de Zara amenaza con ser uno de los perdurables por mucho tiempo que pase. Con estampado de espiga –líneas tejidas de forma oblicua, generalmente en lana–, ni demasiado largo pero tampoco demasiado corto, con una solapa discreta y una línea de botones sencilla, ninguna particularidad de esta pieza resulta especialmente reseñable, pero quizá es este el motivo por el que parece estar llamado a formar parte del exclusivo olimpo de los clásicos para siempre.
© Cortesía de Zara
Con vaqueros y camisa blanca para ir a la oficina, con pantalones de punto chandaleros, jersey gordito y zapatillas para hacer recados por el barrio un sábado por la mañana, con falda midi y botas OTK para una cena con amigas, con vestido midi de terciopelo para decir adiós a 2019… las opciones son infinitas e igualmente atractivas.
© Cortesía de Zara
Un poco de padre, un poco de madre, auguramos una larga, larguísima vida a este abrigo que te calentará este invierno y los del resto de tu vida.
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