El Festival de Coachella ha sido pospuesto al mes de octubre a causa del coronavirus, pero, ¿qué quiere decir este cambio para un festival que se caracteriza por sus looks estivales? Afortunadamente (para los microshorts y los microtops), el clima ahí seguirá siendo caluroso en octubre, pero las marcas de moda relacionadas con el festival han sufrido un duro revés estratégico con este cambio de fechas.
Por supuesto, la afterparty Neon Carnival ya ha tenido que cambiar su calendario para ajustarse al nuevo. Hablamos de un festejo que reúne a personajes de la talla de Leonardo DiCaprio y Janelle Monáe, pero Bolthouse (el creador de esta fiesta) asegura que en aras de la responsabilidad civil, lo mejor es cambiar las fechas. Este evento está muy relacionado con Hollywood, por lo que el revés para las firmas de moda ha sido duro. Por supuesto, la codiciada fiesta de la diseñadora Rachel Zoe, Zoeasis, también cambiará su agenda, y es presumible que Revolve (la marca de moda) haga lo propio.
El problema en realidad no es para las grandes marcas que organizan sus fiestas, sino para la gente de Coachella Valley cuya economía depende en gran parte de cómo se desarrollen las tres semanas que comprenden el festival.
El Festival de Coachella es ya conocido por muchos como «el festival de la moda» y se ha convertido en todo un negocio para las firmas. Levi´s es una de las marcas que ha cobrado fuerza en esta celebración al llevar a conocidas influencers y celebrar una fiesta a la que acuden las modelos del momento, que han convertido el festival en su pasarela. “La moda y la nostalgia siempre van de la mano, y cuando hablamos de Coachella, hemos de hablar de ese romanticismo que rodea a los festivales de música y a los looks florales. Es un look hippie mezclado con elementos grunge”, explica Anupreet Bhui, de WGSN, a la CNN. “Es más sobre los looks que sobre una ideología. No olvidemos que hablamos de la generación de Instagram”, señala. Esta es la razón por la que las marcas no solo organizan sus fiestas y llevan a influencers, sino que lanzan colecciones cápsula. Cualquier firma de moda, a su vez, calendariza en primavera la temporada de festivales, y el que Coachella haya cambiado sus fechas obligará a las marcas, sin lugar a dudas, a dar un giro a sus estrategias de contenido. Eso quiere decir que han de fotografiar nuevos lookbooks y contenidos digitales para suplir esos contenidos, y en un momento en el que el mundo está paralizado a causa del coronavirus, estos cambios son especialmente complicados.
Si te preocupa no ver microshorts en Coachella, no te preocupes: el clima permitirá looks XXS y las modelos seguirán acudiendo al festival. Si lo que te agobia es si las marcas de moda van a sufrir un gran golpe económico, no te angusties: el octubre, la fiesta se retoma. En cambio, si son las tiendas pequeñas y los habitantes de Coachella Valley los que te inquietan, tienes motivos para hacerlo. Al final, el gigante suele tener todas las de ganar frente al pequeño.
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