¿Cómo visten nuestros políticos?

Decía Yves Saint Laurent que la elegancia consiste en olvidarse de lo que uno lleva. Pero en tiempos en los que la imagen prima incluso cuando hablamos de política, resulta difícil no prestar atención al vestuario y a las formas, máxime cuando parece que vivimos en una campaña electoral perenne. Pero ¿le dan importancia los políticos a su imagen o es algo que ha pasado a un segundo plano? ¿Cuidan lo que se ponen solo en los debates electorales y actos oficiales o también en el día a día?

Para ver si aciertan con lo que intentan comunicar a través de su imagen hablamos con dos expertos, que nos desvelan las claves de los cinco candidatos a la presidencia del Gobierno que acudieron esta semana al debate de la Academia de la Televisión. Partiendo de la cita televisiva, es inevitable preguntar por los aciertos y errores en la noche del lunes.

«Es un debate que se da en unas condiciones políticas muy particulares y con un hartazgo del electorado que es un elemento importante a considerar. En ese contexto, tener unos interlocutores tan homogéneos es llamativo. Tenemos cinco hombres de la misma edad, la misma generación, formados y atractivos», nos dice Carmen Beatriz González. Ella es consultora política en Dataestrategia y está siguiendo los pasos de nuestros políticos desde el ángulo profesional.

González considera que esa noche los partidos perdieron «una oportunidad de diferenciación importante» por no añadir una candidata mujer en el debate. Pero no fue el único detalle homogeneizador del enfrentamiento dialéctico, también a nivel estilístico hubo pocas diferencias entre los candidatos.

«Hasta Iglesias apareció con corbata. Un poco ‘deshabillé’, de hombre de trabajo con mangas arremangadas, pero como con su traje de oficina. Y los demás, todos con chaqueta. Además Albert Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Casado con traje azul y corbata sobria los tres».

Para ella, que además es profesora invitada de la Universidad de Navarra en Comunicación Política, «un debate es una ocasión para lucir presidenciable. Creo que con el traje intentaban eso, sin embargo Iglesias y Abascal trataron de diferenciarse un poco», nos comenta.

Roberto Sánchez, asesor de imagen y experto en imagen profesional, también nos responde. ¿Dedican los políticos parte de su tiempo a preparar su imagen para esa noche. Y él asegura que el debate es «lo suficientemente importante como para dedicarle tiempo». No obstante, hacerlo no garantiza siempre que todo salga perfecto. Y así fue el lunes. Entre las cosas que él destacaría de la noche es que «los trajes no estaban hechos a medida», algo por lo que él se hubiera decantado sin ninguna duda en una cita como esa.

Errores de tallaje

También comenta que uno de los principales fallos que vio durante el debate «fue en cuanto a la forma y al corte. Por ejemplo, las solapas de Pedro Sánchez eran muy estrechas en relación a la distancia con los hombros. Y a Santiago Abascal la costura de la chaqueta le hacía un bulto», unos detalles de los que los espectadores pueden no percatarse, pero que capta el ojo experto.

Carlos Sánchez, que cuenta en su cartera de clientes con empresarios y políticos, asegura que Albert Rivera «suele ir bastante correcto. Pero yo hubiese optado por una corbata sin puntitos para no desviar la atención«.

Pablo Iglesias no sorprendió, ya que mantiene su ‘look’ habitual pero según el experto suele cometer un error: «no presta atención a la talla». Y eso es algo que sucedió en el debate: «Llevaba una camisa que era excesivamente grande», algo que, no obstante, no cree que sea a propósito. Porque equivocarse de talla «no denota nada. ¿No quieres llevar un ‘look’? perfecto, pero vamos a encontrar ropa de tu talla. No veo ninguna connotación que pueda ser positiva».

Eso con respecto al debate, pero ¿qué sucede en otras aparicionesigual de mediáticas per no tan públicas, como puede ser ir a votar? Aquí pueden bajar la guardia. Roberto Sánchez asegura: «Ahí te permitiría relajarte, porque ejerces de votante». González, por su parte lo secunda: «Cuando vas a votar ya no estás asumiendo la postura de un hombre de Estado sino que eres un vecino más. Es más parecido a un traje de campaña».

Pero como decía Pablo Iglesias hace no demasiado tiempo, en política «no basta con vestir ropa bonita y llevar corbata». Por eso, para Roberto Sánchez cuidar el atuendo es importante para que «no te desvíe del mensaje». Así considera que «la imagen, en política, es una herramienta como lo es hablar en público. Yo a mis alumnos les digo que para un político, un asesor de imagen es como un asesor fiscal: ahorra tiempo, dinero y garantiza que voy a ir correcto«. Una fórmula de la que más de uno tendría que tomar nota.

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