Camilla de Cornualles tiene en los últimos días una agenda repleta de actos y encuentros. La mayoría de sus citas tienen que ver con fundaciones o trabajadores que están ayudando de una forma y otra en la pandemia. Ayer mismo visitaba el centro Pepper Pot que ayuda a gente mayor residente en Reino Unido y procedentes de África y el Caribe. Desde allí se han repartido (y se sigue haciendo) comidas para las personas que lo han necesitado. En el menú de ayer se incluía una porción de brownie horneado en Clarence House y que la propia Camila llevó. Pero la duquesa de Cornualles, además de comida, últimamente también está repartiendo estilo. Sus últimos looks están especialmente inspirados y el de ayer fue uno de sus mejores conjuntos.
Eligió un vestido en negro, estilo pichi, de corte midi y con mangas y cuello de camisa en blanco y negro. Un diseño firmado por la diseñadora británica Fiona Clare, perteneciente a su línea Couture. A su entrada al centro llevaba una original capa de corte torero, en lugar de cualquiera de sus clásicos abrigos. No prescindió eso sí de sus botas altas negras favoritas de Launer y de su bolso de cabecera, el modelo The Venice de la firma británica DeMellier London. La nota más moderna, además de la capa, la pusieron los pequeños accesorios.
Uno, la inevitable mascarilla convertida ya en parte de cualquier look y que tenía aquí un estampado de leopardo atrevido pero elegante y acertado. El otro, el reloj digital Fitbit. Un reloj que ha sustituido desde hace meses a su clásico Cartier y que moderniza al instante cualquiera de los looks de Camila. El suyo es el modelo Charge 3, en color gris y con la esfera dorada.
Y de vuelta a lo clásico, la duquesa de Cornualles eligió como joyas sus tradicionales pendientes de perlas y brillantes y uno de sus broches favoritos, el de diamantes con forma de herradura.
Otro look inspirador que Camila suma a su ya dilatada lista de aciertos. En los últimos días al menos se encuentra dando una lección magistral de estilo a base de vestidos sencillos pero de diseño impecable, colores atrevidos y accesorios contados pero bien elegidos. A este paso pronto dejarán de echar de menos a Meghan Markle y su estilo minimalista y actual.
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