La cintura de avispa en los 50, el codiciado 90-60-90, la talla cero hollywoodiense… Durante décadas la moda, el cine y la publicidad han ido retroalimentando una obsesión por encontrar la talla perfecta. Tanto es así que una belleza absoluta como Sophia Loren tuvo que justificar sus irreverentes curvas: "Todo lo que ves se lo debo a los espaguetis. Prefiero comer pasta y tomar vino que ser talla 0”, dijo para alegría del mundo. Lo cierto es que la fijación por un canon no es nada nuevo (ya Rubens se dedicó a pintar tres sensuales gracias como el ideal femenino), lo que pasa que en los últimos 100 años Occidente se ha empeñado en ceñirlo a unas medidas. Pero llegó el futuro y, con él, aparecieron las primeras grietas: ¿Qué pasa, qué me pongo entonces si mi abdomen no es de hierro? ¿Y si no llego al 1,60? ¿Y si no tengo las piernas extra largas? ¿Y si, en resumen, ninguna hemos salido de ningún catálogo?
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Afortunadamente, la moda se preparó para dar respuesta. Para romper ese tabú de que las faldas y vestidos largos solo son para las más altas. Para desterrar de una vez esa creencia de que las chicas con curvas tenían que subirse siempre a unos tacones. Para borrar de un plumazo el absurdo prejuicio de quién puede usar y quién no prendas moldeadoras. Sin embargo, reconocemos que no siempre es fácil deshacernos de ciertos miedos e inseguridades ante tendencias modernísimas y que, de hecho, es un alivio descubrir que hay otras prendas menos tendenciosas pero mucho más universales. Por ejemplo, ya pueden pasar, 4, 40 ó 400 años, que un bañador negro siempre funcionará como una red de seguridad tengas la talla que tengas. Y es innegablemente bonito. Lo mismo pasa con el vestido camisero: esa prenda favorecedora y atemporal que sienta tan bien a las madres de 60 como a las hijas de 30.
Creatividad de Mar Lorenzo Sales.
Por eso hemos querido extender la liga de las prendas que nos sientan bien a todas y fichar, aquí y ahora, qué vestidos, pantalones, blusas y faldas cumplan dos requisitos a los que ni la moda ni nosotras deberíamos nunca volver a renunciar: que nos sienten bien y, más importante, que nos hagan sentir bien.
Disfruta de la moda, de tu talla y de las tendencias que no caducan con estos 10 flechazos para todas.
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