QUÉ HA PASADO
• Rosa se encierra en el despacho con un arma.
• Campuzano se quita la vida.
• Alicia quiere ser alcaldesa.
Santos dice a Solozábal que sabe que planeó la muerte de su padre para obligar a María Jesús a entregar a Pablo y lo amenaza con conseguir cadena perpetua para él y Urrutia. El empresario le asegura que lo ocurrido en la fábrica fue un accidente y que su tía vendió a su hijo.
Después, regresa a La Casona cabizbajo y se disculpa con su hija Rosa cuando le pide opinión sobre el convite de la boda, pero acaba discutiendo con ella porque insiste: “¿Cómo puedes ser tan insensible? Urrutia está detenido, Marta se ha marchado, Pablo está desolado por su madre y tú solo piensas en ti”.
Hundida, la muchacha busca consuelo en la marquesa, quien le asegura que don Ignacio es el responsable de sus males.
Tras examinar a Raimundo, el médico da un diagnósticodemoledor: el enfermo no reacciona a estímulo alguno, ni reconoce a nadie, y parece que su estado no va a cambiar.
Doña Francisca mantiene la compostura cuando informa a Matías, a quien se le encoge el corazón al ver a su abuelo como si estuviera muerto. Cuando se queda a solas con su marido le recita versos con un significado muy especial para ambos con la esperanza de que despierte. De pronto, escucha un ruido que le hace temer por su vida y se arma con un abrecartas.
Llevada por su perturbada mente, Rosa se cuela en el despacho de su padre y lo apunta con el arma que le regaló la marquesa aprovechando que se ha quedado dormido.
El hombre despierta y no se da cuenta de lo que iba a suceder porque la chica oculta la pistola rápidamente. Esta inventa una excusa para su visita y se desmaya al ser consciente de lo que iba a hacer.
Más tarde, y tras negarse a ser examinada por el médico, visita a doña Isabel y la atemoriza con el arma. Luego, se la entrega y le asegura misteriosa que no la necesita para llevar a cabo sus planes. Ajeno a esto, Solozábal habla con Pablo sobre la marcha de María Jesús y consigue recuperar su confianza.
Mientras Matías asegura a Marcela que va a desvincularse de los asuntos políticos, Isidoro es arrestado por la guardia civil por repartir pasquines. Damián, que había quedado con él, se libra gracias a Alicia.
Poco después, intenta matar a Matías, a quien culpa de la suerte de su compañero. La chica llega a tiempo de impedirlo y aconsejarle
que huya.
En el colmado, Estefanía finge marearse para que Tiburcio se vea obligado a cogerla en brazos delante de Dolores. La treta pone de muy mal humor al hombre, que se ve incapaz de librarse de la chantajista.
Marta vuelve con Ramón y sorprende a todos anunciando que se han casado. Manuela se queda desencajada al conocer los detalles de la inesperada y rápida boda, don Ignacio duda si alegrarse y Pablo y Carolina la felicitan.
Rosa, sin embargo, espera a quedarse a solas con ella para asegurarle que no cree en ese amor y preguntarle el motivo real de su regreso.
Francisca regala a Adolfo el reloj de Raimundo y le dice con pesar que él ya no lo necesitará. Luego, con el ánimo por los suelos, deja caer a la marquesa que se irá de este mundo con su esposo. Doña Isabel finge dolor, pero luego se sincera con Antoñita: “Mi plan va muy bien, voy a heredar pronto”.
Mientras, a un castillo aislado, van llegando una a una personas desconocidas que se colocan túnicas y capuchas.
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