Los rizos rubios de Inma del Moral entraron en nuestras vidas en julio de 1998, cuando Telecinco estrenó el programa diario El Informal. Producido por Globomedia y presentado por Javier Capitán y Florentino Fernández, contaba con la modelo madrileña como reportera de calle que, micro en mano, tan pronto cubría acontecimientos políticos, como culturales o deportivos, además de hacer entrevistas a celebrities de la época. Y todo, con un toque sexy que le convirtió en un icono sexual.
Inma compartió trabajo de calle en el informativo humorístico con Félix Álvarez alias ‘Felisuco’ o Miki Nadal pero, un año después de su estreno, el amor llamó a su puerta y decidió alejarse del programa.
La modelo, que entonces tenía 26 años, se enamoró de Pedro Ruiz, que le doblaba la edad y que, además, solía ser protagonista de las bromas del programa por lo que la reportera le pasó el micro a otra rubia que hizo carrera en el programa: Patricia Conde.
Su nueva etapa incluyó un cambio de cadena y de Telecinco saltó a Antena 3 donde le encomendaron el late night llamado El Rayo que tenía esta cabecera tan sugerente.
Pero la descarga eléctrica duró solo unos meses y el magazine fue cancelado en 2001. A partir de ahí, Inma probó suerte como actriz, donde la vimos en películas como La mujer más fea del mundo (1999), Marujas asesinas (2001) o Tánger (2003); y en series como Un chupete para ella (2001), Hospital Central, Casi perfectos, Obsesión (2005), Víctor Ros o Cuéntame cómo pasó (2013-2016) su último trabajo en televisión. Los fans de los Alcántara seguro que la recuerdan en la piel de Wanda, una chica de alterne del Club 2001 que tuvo Antonio.
Su carrera como intérprete no logró el mismo brillo que la televisiva y tuvo el dudoso honor de ser reconocida con dos galardones Godoy poco envidiados: uno a Peor Actriz de Reparto por La marcha verde (2003); y otro a Peor Actriz Protagonista por Locos por el sexo (2006).
Después de Cuéntame, Inma se ha puesto delante de la cámara en ocasiones puntuales como en el programa Hipnotízame (Antena 3), donde formó parte de una sorpresa picante.
En los últimos años, la madrileña, que en abril cumplió 46 años, se ha centrado en su faceta familiar con trabajos puntuales en publicidad. Casada desde enero de 2003 con el cámara Juan Herrera, al que conoció en el programa El Rayo, es madre de un niño de 14 años llamado Tomás. Celosa de su vida privada, no suele asomar a sus chicos por las redes sociales, aunque presume todo lo que puede y más de Suárez, su perro de raza bóxer, y de su gato Moe.
Hablando de chicos, en 2017 se reencontró en el programa de Cuatro Dani & Flo con Javier Capitán, Florentino y Felisuco. «15 años desde que acabó El Informal, 19 sin juntarnos. Un gustazo vernos de nuevo!», escribía.
La actriz y presentadora conserva el físico que la hizo famosa por lo que en los últimos tiempos la hemos visto como modelo de una firma de zapatos llamada Del Moral que, a pesar del nombre, no guarda ningún tipo de parentesco con ella.
Y también se ha puesto delante del objetivo de Ángel Álvarez, responsable de las imágenes promocionales de series de Movistar+ como Velvet Colección y La Peste, para denunciar en una sesión de fotos la contaminación de los océanos por el plástico.
Mientras llega un proyecto que le despierte de nuevo el gusanillo de la tele, Inma sigue asomándose a las redes sociales brindando por el futuro: «Mi pasado es real y mi futuro libertad».
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