Sin memoria; \u2018Servir y proteger\u2019

QUÉ HA PASADO

• Karim se gana la confianza de la banda terrorista.

• El mafioso Vlado Khan quiere aliarse con Rojo.

• Nacha y Elías colaboran en un importante caso.

Karim está dispuesto a asaltar una armería para impresionar a Darko, el jefe de la nueva banda terrorista donde debe infiltrarse. Cuando se entera de lo que pretende hacer su compañero, Merche idea un plan alternativo para que no corra peligro.

“Es muy arriesgado que vayas tú solo a ver a ese hombre, por eso pienso acompañarte. Me haré pasar por Ana Hermida, una policía corrupta”, le explica. El agente acepta la artimaña de la mujer y ambos se lo cuentan a Bremón.

Este, al principio, se muestra reticente, pues alguno de los dos podría salir herido, pero finalmente accede y les da su aprobación: “Lo único que os pido es que tengáis mucho cuidado, por favor”

Por otro lado, Andrés está muy preocupado porque no ha conseguido eliminar a Mateo. Para colmo de males, el hombre despierta del coma en el que se encontraba desde que le disparó.

No obstante, su miedo se desvanece cuando el cirujano afirma no recordar quién le atacó: “Tengo ese momento muy borroso. No sé ni siquiera cómo pasó. Solo tengo claro que estaba en la clínica”.

Verónica, que confía plenamente en la inocencia de Toni, presiona a su esposo para que haga memoria con la única intención de que exculpe al joven. Esto termina provocando una fuerte discusión entre el matrimonio.

Cerca de allí, Nico logra colarse en el ordenador de Rojo y borrar un vídeo de vital importancia para él. No es el único problema al que tiene que hacer frente el proxeneta, pues Vlado Khan se presenta en casa y le confiesa que ha asesinado a Laia. “Si Diana y tú no queréis correr con la misma suerte, deberéis trabajar para mí sin rechistar”, amenaza el delincuente.

En ese instante a aparece Leonor, que pregunta a su vástago quién es el desconocido. El joven evita darle detalles y le pide que se marche.

La señora decide irse al bar La Parra, donde se desahoga con Paty: “Mi hijo no para de meterse en líos”. La camarera la consuela a la vez que intenta que abra los ojos: “Él no es una buena persona”.

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