Desde el comienzo de la crisis por el coronavirus los geles hidroalcohólicos para desinfectar nuestras manos cuando no tenemos agua y jabón cerca se han convertido en imprescindibles. Tanto que a principios de la cuarentena estaban agotados y muchos se lanzaron con mayor o menor acierto a hacer versiones caseras de este producto. Pero ahora que ha regresado a nuestras vidas el calor y las ganas de broncearnos al sol, nos asaltan las dudas. ¿Es buena idea exponer estos productos a los rayos solares? ¿Arriesgamos la salud de nuestra piel si usamos gel hidroalcohólico en la playa o la piscina?
Pues, en principio, no. Cómo ha publicado la Academia Española de Dermatología y Venereología, estos geles contienen de un 60 a un 85% de alcohol (aunque para que sean eficaces contra el coronavirus deben tener al menos un 70%). Al aplicarlos sobre la piel, el alcohol que contienen obra su magia contra el coronavirus, pero no se queda ahí para siempre, se evapora con rapidez en unos minutos. “La exposición de las manos a la luz solar en condiciones habituales no va a desencadenar la inflamación en la piel donde se ha aplicado el gel”, aseguran los expertos de la AEDV. Aunque cabe preguntarse si considerar nuestras jornadas playeras como una exposición normal a los rayos del sol.
“Hay que confiar en el criterio de la AEDV. Seguramente antes de hacer esta declaración ya han comprobado la composición de los geles más habituales y entienden que al sol no dan problemas ni de fotoalergia ni de fototoxia. Aunque también hay que considerar que como hay tantos tipos de geles en el mercado no estamos a salvo de que algún componente de uno en concreto provoque un poco de reacción solar, lo que se llama fototoxicidad. Pero eso no es lo habitual, los geles están hechos para que se puedan usar durante todo el año”, explica el Dr. Alejandro Fueyo, dermatólogo de la Unidad Médica Serrano.
Otra cuestión es el orden en el que hay que aplicar el gel hidroalcohólico y nuestra crema solar.”Esa mezcla de componentes a veces puede dar un poco de reacción por el efecto lupa del sol. No olvidemos que son dos químicos que no están diseñados para ir juntos”, continúa el Dr. Fueyo. Para evitar este problema, por una vez, haz caso a los dermatólogos y cumple la regla que llevan décadas pidiéndonos que hagamos para protegernos del sol: aplica tu crema solar en casa, con las manos limpias, antes de ir a la playa. Y en la sucesivas aplicaciones en la playa, aclárate las manos con agua cada vez que te vayas a poner de nuevo la crema . Así minimizarás el riesgo de mezclar ambos productos.
¿Y si tu objetivo veraniego no tiene vistas al mar sino a la piscina? ¿Interactúa el cloro de la piscina con los geles hidroalcohólicos? Pues en este punto la precaución va más encaminada a que ambos productos, cloro y geles hidroalcohólicos son sustancias irritantes, lo que puede hacer que su combinación provoque una dermatitis en personas que ya tienen una piel con atopia, muy seca o con tendencia a los eccemas. “En este caso yo recomendaría, al volver a casa, ducharse con un gel de atopia que no llevan detergentes e hidratar las manos”, asegura el Dr. Fueyo.
Por lo tanto, si vas a la playa este verano, no olvides llevar tu crema solar, tu gel hidroalcohólico… y una buena crema de manos. “Como el gel hidroalcohólico tiene un efecto secante puede irritar la piel de forma que debemos aplicar emolientes tras su uso y emplear protectores solares que no tengan en su composición alcohol si vamos a hacer una exposición solar”, concluye el Dr. José Manuel Carrascosa, dermatólogo miembro del Grupo de Fotobiología de la AEDV.
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