Prepara las palomitas (y los pañuelos) porque esta película de Netflix es súper romántica

Todo empieza gracias al azar. Jim (Mark Duplass) y Amanda (Sarah Paulson) se reencuentran en el pasillo de un supermercado en su ciudad natal donde han vuelto por motivos diferentes. Les cuesta reconocerse porque han pasado más de 20 años desde que fueron novios y hoy son dos cuarentones a los que la vida les ha tratado de distinta manera. Se miran, hablan de tonterías mientras deciden qué cereales o helado llevarse y cuando parece que todo se queda en eso, en una charla incómoda, él se anima a invitarla a tomar un café. Así es como empieza Blue Jay, una de las películas más románticas y exquisitas que puedes ver en estos momentos en Netflix y que, además de hacerte reir y llorar, te hará plantearte cómo nos enfrentamos a los amores del pasado, esos que aparecen por sorpresa y que, en muchos casos, aún no hemos olvidado.
 

Sarah Paulson y Mark Duplass en Blue Jaycordon press

Y es que Jim y Amanda se quisieron mucho. Demasiado. Y por eso, a lo largo de la película, mientras toman café, beben cerveza o cenan en casa de él, saldrán a la luz esos momentos que pasaron juntos pero también qué les llevó a separarse. Porque sí, ellos se separaron y sus vidas dieron un giro de 180 grados: Amanda se casó con un hombre mucho más mayor que ella y que ya tenía dos hijos mientras que Jim sigue soltero y con problemas para afrontar la madurez. Pero, a pesar de ello, saben que siguen siendo la pareja perfecta, es como si el tiempo se hubiese detenido para ellos y siguiesen disfrutando con las canciones que bailaban por entonces, viendo las mismas películas o escuchando grabaciones de su adolescencia donde jugaban a ser marido y mujer. Hasta que pasa algo (que obviamente no os vamos a desvelar) que hará que las sonrisas y el buen rollo entre ellos terminen dando paso a una serie de reproches relacionados con lo que pudo a haber sido y no fue.

Sarah Paulson y Mark Duplass en Blue Jaycordon press

Uno de los puntos fuertes de Blue Jay son los diálogos entre Amanda y Jim. A través de lo que dicen y de lo que callan o insinúan vamos conociendo su historia juntos y la personalidad de cada uno de ellos. También es interesante decir que esta película está rodada en blanco y negro y en algunos momentos nos puede recordar a la mítica trilogía de Richard Linklater que comenzó con Antes del amanecer. Al igual que en aquella, esta historia está salpicada de una nostalgia que aflora por toda la película para hacernos recuperar ese sentimiento juvenil perdido y la confusión que provoca la llegada de la edad adulta. Porque como dice Amanda en un momento de la película, "las cosas pequeñas son las verdaderamente importantes". Y con esto, todos nos damos cuenta que no hacen falta grandes declaraciones de amor o paseos en barca por un lago para componer una buena película romántica. Lo que funciona siempre es que esté llena de intimismo y bondad. Y Blue Jay lo cumple con creces. Porque reconócelo, seguro que más de alguna vez, hablando con tus amigas, te has preguntado qué fue de esa persona con la que viviste una gran historia de amor durante tu adolescencia o juventud y qué sucedería si la volvieses a ver de nuevo. Los primeros amores nunca se olvidan.

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