Pasapalabra vuelve renovado a la que fuera su casa con Roberto Leal al frente del formato. El concurso se estrena con un especial en prime time, antes de pasar, el próximo lunes 18 de mayo, a las tardes en su horario habitual en el que se venía emitiendo en Telecinco, a las 20.00 h. Roberto Leal asume la responsabilidad de sustituir a Christian Gálvez en una decisión difícil, ya que ha tenido que dejar OT, el programa que le ha llevado a ser uno de los presentadores favoritos de la televisión.
Dices que tienes agujetas en la lengua, para alguien tan dicharachero como tú debe ser difícil estar callado.
No es lo mismo hablar por ocio que por trabajo. Al final acabo cansado cuando practico para el programa, he conseguido el récord de 170 palabras por minuto pero traigo un entrenamiento de fábrica porque soy de charlar. Pero también busco mis momentos de silencio, y eso es algo que llevo a rajatabla con mi mujer, dentro de las rutinas de cada día siempre tenemos un tiempo para cada uno de nosotros. El mío suele ser por la mañana temprano para relajarme y leer, cuando nuestra hija Lola aún no se ha despertado.
¿Algún tropiezo confesable en el arranque de las grabaciones de Pasapalabra?
No ha habido ninguno salvo fallos técnicos, y yo que me he equivocaba en el rosco en la letra a seguir y el concursante era quien me corregía, pero de momento no ha habido catástrofe alguna. Las habrá porque es imposible no venirse arriba. En algunas pruebas, como la pista musical, estás como loco por abrazar a la gente y de repente te das cuenta de que no se puede. También están confinadas nuestras ganas de abrazar y de soltarnos la melena.
¿Intentas ayudar con algún guiño?
Trato de ponerlo fácil pero a veces tengo ese papel de malo por no dar por buena una canción. Pero le cargo esa responsabilidad al director, Miguel.
Tu caché ha cambiado. ¿Cuándo te diste cuenta de que algo cambiaba en tu carrera?
Todo ha cambiado. Me he dado cuenta de la repercusión de OT cuando un grupo tan potente como Atresmedia se ha fijado en mí, y que voy teniendo nuevas oportunidades y el reconocimiento de los compañeros, te das cuenta de que las cosas se han hecho bien y he tenido la suerte de estar ahí. Constatas que algo ha cambiado y que se presenta por delante una etapa preciosa y no solo por Pasapalabra.
¿Qué es el éxito para ti?
El éxito consiste en no estar pendiente de él, no es una frase hecha, para mí es eso: vivir con tranquilidad, no estar pendiente de la audiencia y seguir teniendo la posibilidad de hacer cosas que te gustan y disfrutar, y más ahora en estos días grises.
¿No dices nunca no a nada? ¿Cómo soportas ese ritmo?,
Con rutina y organización, no me queda otra. Era importante cerrar un ciclo con OT y hacerlo bien. Podía ocurrir, que coincidiera en el tiempo con Pasapalabra y así ha sido. Ahora solo necesito energía y tomar complejos multivitamínicos para estar a la altura. Me alimento bien y dentro de lo que puedo me acuesto pronto, para estar bien y cuidar por encima de todo la voz.
Por tu carisma y espontaneidad, ¿representas un nuevo perfil de presentador?
No sé, yo creo que lo que ahora se entiende como comunicador es aquel profesional cada vez más normal en su vida pública y profesional, y yo no sé ser de otra manera. Y altero mi vida hasta donde yo quiero, de forma natural. En las redes yo creo que hay que estar y llevarlo con sentido del humor, y en lo profesional tratar de ser lo más parecido a lo que eres, y eso es lo que me define. Soy conocido porque gracias a mi oficio salgo por la tele, pero podía ser cualquier otra cosa, y tener la misma personalidad.
¿Te encomiendas a algo o alguien cuando empiezas un nuevo proyecto?
Lo único que hago y que siempre me funciona es llamar a mi madre, que me tranquiliza y me pone los pies en el suelo. Hablo con ella antes de salir al directo o empezar a grabar, todos los días. Ella es mi primera fan. Yo de pequeño no quería ser periodista pero ella sabía que su hijo desde el momento que empecé a dedicarme a la tele que esto era lo mío.
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