Ágatha Ruiz de la Prada es una caja de sorpresas. Hace unos días, durante su colaboración en el programa La Hora de La 1, la diseñadora desveló un episodio desconocido de su vida. "Cuando se murió mi padre, salió que yo tenía una hermana secreta que él no había reconocido", contó. Ágatha daba más detalles: su hermana era arquitecta y se parecía mucho a ella. Ruiz de la Prada confesaba que no la conocía, pero que ésta fue beneficiada en el reparto de la herencia paterna. Un pasaje de la historia familiar de los Ruiz de la Prada que ha permanecido en silencio durante los cinco años que han transcurrido desde el fallecimiento de su progenitor, el arquitecto Juan Manuel Ruiz de la Prada y Sanchiz, en 2015 a los 88 años. En este programa, la creadora hablaba de su padre como un señor al que “le encantaban las señoras, un poco Julio Iglesias”. Este miércoles por la noche, la exmujer de Pedro J. Ramírez redundará en la misma idea al ahondar en sus orígenes en el programa Lazos de Sangre (TVE), en el que se explicará su figura. “A mi padre le gustaban mucho las señoras, lo que hizo que fuese un padre catastrófico”, añade Ágatha. Pero, ¿quién fue el progenitor de la mujer que ha revolucionado el mundo de la moda en España?
Juan Manuel Ruiz de la Prada y Sanchiz fue un referente de la arquitectura residencial madrileña. Titulado por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid en 1957, su obra es muy reconocida en la capital. Suyos son emblemáticos edificios de viviendas del Ensanche madrileño, como los de Velázquez 89, Zurbano 73 o General Martínez Campos 51. También dejó su huella en Barcelona, Tarragona, Jávea (Alicante) o Valencia, entre otros lugares. En sus comienzos compartió estudio en Madrid con el arquitecto José Carlos Álvarez de Toledo, marido de Victoria Eugenia Marone-Cinzano, nieta de Alfonso XIII y prima del rey Juan Carlos.
En 1958, el arquitecto se casó con la aristócrata María Isabel de Sentmenat y Urruela, hija de los marqueses de Sentmenat y Oris, grandes apoyo de Don Juan en el exilio. Se separaron cuando la diseñadora tenía 15 años. Durante su entrevista con Vanity Fair en 2018, Ágatha manifestó que su madre nunca estuvo feliz ni con su vida ni con su matrimonio y que siempre vivió en una gran depresión. “Era divertidísima y todo el mundo la quería un montón. Era superseñora, era muy guay. La pena es que no supo disfrutar de la vida. Y yo ahí me asusté mucho y me dije: ‘Todo menos hacer como ella’, que tuvo la desgracia de no trabajar. Porque si hubiera trabajado, se lo habría pasado mil veces mejor’”, dijo. En 2005, María Isabel de Sentmenat se suicidó a los 70 años. Tres años después de este dramático momento, la diseñadora se convertía en marquesa de Castelldosrius y baronesa de Santa Pau tras enfrentarse a sus tíos.
Ágatha es la mayor de cinco hermanos(Ana Sandra, Félix, Manuel e Isabel). Con las mujeres, Ana Sandra e Isabel, empezó en la moda. Con el pelo a trasquilones y su maquillaje extremo, fueron las tres Gracias punkis de los ochenta. Hoy no tienen relación. “Qué pena. Es muy difícil. El tema de las familias… Fue un disgusto muy grande”, lamentaba en Vanity Fair en 2018. “Mi madre, que estaba aburrida, se dedicó a desunirnos, creando mal ambiente”, añadió a la revista Fashion&Arts Magazine. Al parecer, tampoco tiene relación con su hermano Manuel por problemas derivados del reparto de algunos de los inmuebles que conformaban la herencia de sus padres, como la finca familiar ‘El Robledal’ ubicada en Brea de Tajo (Madrid).
Además de en el mundo de la arquitectura, el padre de Ágatha era una auténtica institución en el circuito artístico. Juan Manuel Ruiz de la Prada contaba con una de las mayores colecciones de arte contemporáneo de España. Fue así cómo la diseñadora conoció las obras de Andy Warhol o Miró, quienes imprimieron gran carácter en su personal estilo creativo. “Siempre quise ser pintora. Desde niña. Pero me di cuenta que después de Picasso, Miró, Tàpies… había poco que hacer”, ha dicho. Ágatha sigue siendo una gran amante del contemporáneo. En su casa de Madrid, antigua residencia del escritor José Luis de Vilallonga, hay obras de Peter Zimmermann, Mark Dagley, Yayoi Kusama, Franz West o Julian Opie. “Este interés me viene de mi padre. Él fue el gran coleccionista español de los 60, tenía un ojo increíble para las vanguardias, algo que no he heredado, porque a mí por ejemplo me horroriza el videoarte”, contó a AD.
Pero Juan Manuel también tenía sombras. En el programa de Bertín Osborne, Ágatha contó que su padre solo fue una vez a un desfile y que echaba de menos su cariño. Pero si hay una mancha en el espléndido currículum de Juan Manuel Ruiz de la Prada es su implicación en el caso Ibercorp, un escándalo financiero que terminó con Mariano Rubio, gobernador del Banco de España, y Manuel de la Concha en prisión. Pedro J. se enteró de la posible implicación de su suegro y no dudó en publicarlo. El periodista aseguró que Ágatha jamás le pidió que no lo hiciera y le dejó hacer su trabajo.
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