El informe ‘Caminando al cole’, presentado el 10 de septiembre por la Asociación Española de Pediatría (AEP), confirma los importantes beneficios para nuestros hijos. Este trayecto a pie supone casi el 65% de la actividad diaria aconsejada.
La doctora María José Mellado Peña, presidenta de la AEP, señala: “Cerca del 23% de nuestros escolares tiene sobrepeso y en torno a un 18% padece obesidad. Caminar un kilómetro de ida y otro de vuelta al día, la distancia media entre el colegio y el hogar, supone realizar hasta dos terceras partes del ejercicio diario recomendado en los menores”.
Según la AEP, el “transporte activo” comprende todo tipo de desplazamiento que los niños realizan desde su casa hasta la escuela usando medios no motorizados: por ejemplo, bicicleta, monopatín, patines o a pie. También se entiende que ir al cole en transporte público es más activo que ir en coche privado, ya que implica los desplazamientos a las paradas.
Aumenta la autoestima
La actividad física diaria incrementa la autoestima y disminuye el riesgo de trastornos emocionales (ansiedad, depresión); además, según el Dr. Álvarez Pitti, vocal de actividad física del Comité de Promoción de la Salud de la AEP, “favorece los momentos de encuentro entre padres e hijos y fomenta nuevas amistades, potenciando el sentimiento de pertenencia al grupo”.
Además, una caminata diaria de 20 minutos incrementa la resistencia de la columna vertebral y el equilibrio.
El entorno medioambiental
En cuanto al entorno escolar, la Contaminación Atmosférica Urbana (CAU) es uno de los mayores retos en salud medioambiental de la OMS, por eso ir a pie contribuye también a mejorar la calidad del aire.
Favorece el aprendizaje
El ejercicio diario también puede ser influyente en la plasticidad y la flexibilidad cerebral. El Dr. Álvarez Pitti apunta: “La actividad física antes del colegio predispone al aprendizaje efectivo, observando mejores habilidades verbales, numéricas y de razonamiento”.
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