Desde Argentina hasta España viajaron las cartas que Elena Fortún intercambiaba con Carmen Laforet en una de las etapas más difíciles de su vida, la que estuvo marcada por la enfermedad. La autora de Celia, que fue también una de las escritoras más relevantes de la literatura infantil y juvenil, más allá de ser una de las amigas más aplaudidas y admiradas por Laforet, fue también íntima de Carmen Martín Gaite, quién además adaptó la historia de las novelas de Celia Gálvez Montalbán a una serie, producida por José Luis Borau para Televisión Española en 1993.
Laforet, Fortún y Martín Gaite fueron tan solo tres de las muchas mujeres que ayudaron a perpetuar la literatura española, pero en cambio fueron también tres de los muchos nombres que se relegaron al olvido en grandes instituciones culturales. El legado de otras tantas creadoras podrían unirse a la lista: Rosa Chacel, Carmen de Burgos, Blanca de los Ríos y Nostench,Almudena Grandes, Victoria Kent, María Lejárraga, Carmen Llorca, Madame Anselma, Ana Mariscal, Margarita Nelken, Hildegart Rodríguez o María Zambrano. La lista es infinita.
Ahora que parece que la presencia femenina logra hacerse más hueco que antes en la cultura, el Ateneo de Madrid pone en marcha ‘Las mujeres en su sitio’, una iniciativa con la que pretende recaudar fondos para poder incorporar a su institución la imagen de grandes ateneístas en su Galería de Retratos. Si ahora mismo son 188 personalidades las que se encuentran en su compendio de retratos, tan solo tres tienen nombre de mujer: Emilia Pardo Bazán, Carmen Laforet y Clara Campoamor.
Tras haber analizado la situación, el Gobierno del Ateneo ha decidido tomar medidas en este asunto de desigualdad y para perseguir la paridad pide colaboración tanto a particulares como a instituciones privadas como públicas. Lo hace ofreciendo la posibilidad de colaborar a través de dos vías de captación de fondos y divulgación. Por un lado, solicita aportaciones a través de su propio portal web en las que se puede donar cantidades económicas a partir de 10 euros. Por otro, agradece la difusión de esta primera iniciativa y la mención en redes sociales de la misma a través de los hashtags #LasMujeresEnSuSitio y #AteneoMadrid.
La institución bicentenaria, que debe su fama a grandes intelectuales y pensadores de los siglos XIX y XX, ahora reivindica el papel de la mujer y busca otorgarle el mérito que le pertenece como parte de una asociación que aboga por mantener viva la herencia socio-cultural del país.
Ellas comenzaron a formar parte como socias ateneístas a finales del siglo XIX con Emilia Pardo Bazán como primera mujer socia y conferenciante, y Rosario de Acuña como primera mujer en ocupar el tribunal del Ateneo. Ahora, dos siglos después, el objetivo es darle a cada una el lugar que, por el momento, solo sus compañeros tuvieron el privilegio de ocupar.
La autora de Los pazos de Ulloa tenía razón: «Cómo habría cambiado mi vida de haberme llamado Emilio«.
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