Siempre se ha dicho que comer mejor hace que te sientas mejor tanto físicamente como mentalmente. Pero… ¿Cómo de lejos llega ese efecto cuando hablamos de la salud mental? ¿Puede de verdad, lo que comemos, cambiar lo que sentimos? Eso es lo que se ha planteado un reciente estudio que ha desgranado la relación entre comer de forma saludable y los síntomas de la depresión.
En este estudio, publicado en PLOS One, los investigadores preguntaron a más de 100 estudiantes con síntomas de depresión y dietas no saludables que puntuaran del 1 al 10 sus síntomas: ansiedad, cambios de humor y confianza en sí mismos. Tras esto, los estudiantes se separaron en dos grupos. Uno siguió comiendo de la misma forma, y el otro, empezó a comer sano. Ambos se mantuvieron de igual forma expuestos a los estímulos externos.
Tras tres semanas siguiendo este patrón, se descubrió que aquellos estudiantes que habían seguido una dieta mediterránea, es decir, los que comían de forma saludable habían disminuido su puntuación en las categorías mencionadas antes de comenzar el estudio.
Los datos demostraron una gran mejoría en los estudiantes que además de comer sano, comían pocos o ningún procesado. Aunque estos resultados no son definitivos, sí que es cierto que una dieta saludable mejora tanto la salud física como mental.
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