A sus 35 años, Keira Knightley tiene claras unas cuantas cosas. Entre otras, que no volverá a rodar una escena de sexo si el director de la película es un hombre. Según ha explicado en el podcast Chanel Connects, le incomoda exponer su cuerpo en el set de rodaje. Esto le sucede, sobre todo, desde el nacimiento de sus dos hijos, Edie de cinco años y Delilah 16 meses.
"En parte es vanidad… y en parte también es por la mirada masculina", ha confesado."Soy demasiado vanidosa, el cuerpo ha tenido dos hijos y prefiero no estar frente a un grupo de hombres desnudos", ha dicho y ha insistido en que no está "interesada" en ese tipo de escenas "horribles" donde "estás todo engrasado y todos gruñen", ha detallado la actriz británica que desde 2019 incluye la cláusula de ‘no desnudez’ en los contratos de sus películas.
No dice, sin embargo, un ‘no’ rotundo a protagonizar una escena de sexo pero pone como condición para aceptarlo es que la película la dirija una mujer. Entonces, estaría dispuesta a aparecer en una escena erótica siempre que enriqueciera desde una perspectiva artística la historia que la directora pretende contar, quizá "sobre ese viaje de la maternidad y la aceptación del cuerpo" femenino, ha considerado.
A lo largo de su carrera la hemos visto en varias escenas de contenido sexual. Como Keira, los actores siempre cuentan que son las que les resultan más difícíles. Caundo la actriz rodó Expiación, la adaptación al cine de la novela de Ian McEwan, aseguró que fue mejor de lo habitual ya que su director, Joe Wright, evitó que ella y su compañero de rodaje, James McAvoy, pasaran un mal momento gracias a sus indicaciones claras y precisas respecto lo que tenían que hacer. "Nos sentimos muy cómodos y nada expuestos. Nunca va a ser algo divertido, pero no lo llevamos mal", agradeció sobre la que definió como "la mejor escena de sexo que he hecho nunca".
En Colette (2018), el biopic sobre la escritora francesa, también la dirigió un hombre, Wash Westmoreland, como en El día que vendrá (2019), con James Kent en la dirección. En su última película, sin embargo,Misbehaviour -traducida como Rompiendo las normas– dirige a Knightley en el papel de una activista feminista contra el certamen de belleza Miss Mundo en 1970, una mujer, Philippa Lowthorpe.
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