Ay, si el señor Miyagi levantara la cabeza… Pues estaría muy orgulloso de su Daniel-San, la verdad. LaRusso está hecho un triunfador y un padre de familia en la serie Cobra Kai, secuela de la famosa película Karate Kid que convirtió a Ralph Macchio en un icono teen e hizo que todos los flacuchos de los 80 se apuntaran a artes marciales. Cobra Kai, que lanzó en 2018 YouTube Red y se convirtió en una serie de culto para un puñado de fans, acaba de aterrizar en Netflix y en menos de una semana es ya la más vista de la plataforma. Te contamos por qué. Spoiler: la clave está en el abusón ¿redimido? Johnny Lawrence.
1. Recupera al reparto original de Karate Kid
Podríamos pensar que Ralph Macchio (Daniel LaRusso) y William Zabka (Johnny Lawrence) están hartos de ser famosos por una película que rodaron cuando eran quinceañeros. Pues no: los dos se han prestado en diferentes ocasiones a reírse de sí mismos (Zabka en Cómo conocí a vuestra madre, Macchio en El séquito) y ahora encabezan orgullosos el reparto de Cobra Kai, con dos evoluciones muy acertadas de sus personajes. Aparecen también en la serie John Kreese (Martin Kove), el implacable sensei del Cobra Kai original, y Lucille (Randee Heller), la enérgica madre de Daniel. Se echa de menos (¿tal vez en la tercera temporada?) a Elizabeth Shue, la chica cuyo amor buscaban los dos protagonistas.
2. Nos recuerda que Johnny nunca fue el villano
Así es, amigas: el verdadero malvado de aquella película era el sensei del Cobra Kai, John Kreese, y su filosofía del karate entendido como método para machacar a los demás. Sí, Johnny era un abusón, un clasista y un machista de órdago; pero ¿acaso no recordamos que, en la final del campeonato del valle no quería darle a Daniel aquella patada ilegal, y que luego fue el primero en felicitarle por su victoria, arrepentido de sus malas artes?Johnny, como personaje, era un filón. Y Cobra Kai lo aprovecha al máximo.
3. Lleva la filosofía Cobra Kai al mundo real
Cuando Johnny Lawrence decide reinventarse como profesor de artes marciales, no acuden a su dojo los cachas del instituto, sino sus víctimas, llenos de alergias y asma y carentes de tono muscular. Resulta lógico, pero ¿cómo va a aplicarles el lema clásico del Cobra Kai: “pegar primero, pegar más fuerte, sin piedad”? Johnny tendrá que cambiar su enfoque. Y puede que tanto adolescente desesperado le derrita un poco el corazón.
4. Johnny y Daniel, bromance de grises
Daniel se ha convertido en un triunfador prototípico, con una mujer ideal y dos hijos estupendos; Johnny es un loser de manual: problemas económicos y alcohólicos, un hijo al que ha abandonado y con el que no sabe cómo reconectar… Aun así, cuando Lawrence ve al adolescente Miguel perseguido por los matones de turno, le defiende con unos movimientos de karate bien colocados, al mejor estilo señor Miyagi. Y Daniel-san, por mucho que esté en lo más alto de la escala evolutiva de los suburbios, se empieza a obsesionar con la reapertura del Cobra Kai y empieza a dar pasos por el lado oscuro. Todo es nuevo (y todo es coherente) en esta situación. Como guinda, las escenas entre los amigos/enemigos Johnny y Daniel, que bien merecen un Óscar al bromance del año
5. La final del campeonato All Valley se libra en la siguiente generación
La hija de Daniel LaRusso sale con Miguel, alumno del Cobra Kai, mientras que Robby, el hijo de Johnny, busca la amistad (y las enseñanzas) de nuestro querido Daniel-san para vengarse de su padre. ¿Adivináis quiénes se enfrentarán en la batalla final? Os advertimos ya que hará falta algo más que una buena patada de la grulla para solucionar este embrollo sentimental-familiar-nostálgico-deportivo.
6. Las chicas también son guerreras
Samantha, la hija de Daniel, Aisha, su exmejor amiga y Tory, en la segunda temporada, aportan el girl power que le faltaba a la película original (aunque Hilary Swank fue la primera en hacerlo, en Karate Kid IV, y se merece un lugar de honor en este sentido; te queremos, Hilary).
7. La serie es carne de maratón
Hay dos temporadas en Netflix, y una tercera temporada ya grabada, que se quedó en el tintero de la emisión y que, estamos seguros, están ya peinando para que nos llegue pronto. ¿Alguien más se apunta a un maratón de ippones y hajimes?
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