A sus 98 años, Pierre Cardin es uno de los grandes de la moda, un diseñador que durante décadas se ha encargado de romper moldes y que tiene claro cuál es el secreto de su longevidad: «Trabajar, trabajar y trabajar». Nacido en Italia, su familia huyó del fascismo en dirección a Francia cuando él solo tenía dos años, y en su país de acogida desarrolló su carrera en la moda. Ahora, el documental House of Cardin, que se estrena hoy bajo demanda, repasa su trayectoria y su legado.
El documental, dirigido por P. David Ebersole y Todd Hughes, permite entrar por primera vez en la esfera más íntima del creador. Una vida llena de episodios memorables que no deja indiferente a nadie y que le llevó a ser aprendiz de sastre en París, para después entrar a trabajar para Elsa Schiaparelli, formar parte de la casa Dior y finalmente crear su propio atelier en 1950, de donde no solo han salido diseños de moda icónicos sino también piezas de mobiliario.
El documental recoge también aspectos de la vida íntima y personal de Cardin, como sus relaciones con la actriz francesa Jeanne Moreau y el diseñador Andre Oliver, y por supuesto su obsesión por el trabajo y su amor por el teatro, una de sus grandes aficiones y un campo en el que no le hubiera importado aventurarse profesionalmente.
Un retrato que muestra a un hombre de inteligencia afilada y gran sentido del humor, y que recoge en imágenes lo mejor de su carrera y su universo creativo. A su faceta de creador, Cardin también ha unido a lo largo de su trayectoria su habilidad como empresario, siendo pionero en el modelo de licencias que hoy practican casi todas las firmas de lujo. Un audiovisual que merece la pena disfrutar para adentrarse en la historia de uno de los personajes que han marcado la moda en el último siglo.
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