Fruta y verdura ecológica, entre las donaciones de la clínica Buchinger

La clínica Buchinger es uno de los centros de autocuidado más prestigiosos del planeta. El método detox y de adelgazamiento que llevan por bandera, ‘El ayuno terapéutico’ de Otto Buchinger (padre de la actual propietaria del centro), cumple un siglo este mismo año. Durante este centenario de historia, han elegido sus tratamientos figuras de la farándula tan conocidas como la socialite Tamara Falcó, la cantante Carmen Sevilla o la empresaria Christina Onassis, hija del magnate naviero Aristóteles Onassis.

De esta última se cuenta que ingresaba a la clínica con una maleta clandestina llena de latas de Coca-Cola, sustancia prohibida, pues en el centro tienen un estricto régimen de alimentos saludables y libres de aditivos y azúcares. Las enfermeras, al descubrirla, la echaron del centro. “Allí la Coca-Cola está peor vista que un solomillo”, confesó en una entrevista el escritor Mario Vargas Llosa**, también aficionado a este lugar.

La clínica Buchinger tiene dos sedes en Europa, una ubicada en el Lago de Constanza (entre Suiza, Alemania y Austria), y otra en uno de los lugares predilectos de la jet-set en nuestras costas, Marbella. La segunda, cuyas puertas se vieron obligados a cerrar por la crisis del COVID-19, no ha querido quedarse atrás en la ola solidaria.


El centro marbellí ha decidido donar su producción orgánica de frutas y verduras a más de 250 familias. Estos productos de primera necesidad, que antes servían para el autoabastecimiento de la clínica, se entregan de forma semanal. Y no solo proceden de los huertos de la clínica. Los agricultores también han decidido aumentar sus donaciones entre un 20% y 50% con aportaciones propias.

La Buchinger Wilhelmi, o “la buchingé” como popularizó Carmen Sevilla, creó en el año 2017 el proyecto CSA, iniciales de Clinic Supported Agriculture. La idea de este proyecto fue crear una red de “comida ética”, de kilómetro cero y sostenible, con la ayuda de agricultores locales, para fomentar el cultivo de materia prima responsable con el medioambiente.

Aunque la clínica de la Costa del Sol permanece cerrada, la filial alemana sigue recibiendo huéspedes. Con medidas gubernamentales menos estrictas que en nuestro país, pero con las mismas normas de seguridad, la gerencia de la Buchinger Lago Constanza presume de no tener ningún contagiado y de ofrecer “un lugar perfecto para el descanso y el consecuente aumento de las defensas, en el que permanecer seguros y huir del estrés y la tensión del momento en el que vivimos”.

Para el resto de clientes habituales de la clínica –donde un tratamiento completo de 21 días ronda los 35.000 euros por huésped– ofrecen la suscripción gratuita a su nuevo podcast, donde hablan de los orígenes del método, dan pautas para manejar el estrés y tips por los profesionales del centro para continuar con el ayuno desde el lugar más seguro del planeta, nuestros hogares.

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