Ambientada en Hollywood de los años 50, Joe Gillis (William Holden) es un joven escritor de segunda fila que, acosado por sus acreedores, se plantea regresar a su ciudad natal para trabajar en una oficina. Mientras huye de sus deudas, su coche pincha una rueda y acaba refugiándose casualmente en una mansión de Sunset Boulevard propiedad de Norma Desmond (Gloria Swanson). Antigua estrella del cine mudo, la artista vive fuera de la realidad, acompañada únicamente de su fiel criado Max (Erich von Stroheim). A partir de ese momento, la actriz pretende que Joe, que se convierte en su gigoló, corrija un guión que ella ha escrito y que va a significar su regreso al cine. Cuando Joe se enamora de la joven aspirante a escritora Betty Schaefer (Nancy Olson), Norma se pone celosa y su locura lleva a un trágico final.
Uno de los éxitos de Billy Wilder
Los estudios de la Paramount y la enorme mansión de Norma Desmond son los escenarios principales de este clásico que consiguió 11 nominaciones a los Oscar en 1950 de las que acabó llevándose 3 estatuillas:mejor guión, mejor dirección artística y banda sonora. Además, en el mismo año, obtuvo cuatro premios Globos de Oro.
La cinta, una de las obras maestras de Wilder, narra una historia de cine dentro del cine en la que critica el trato de Hollywood a sus grandes estrellas. El creador de míticos títulos como Perdición, Días sin huella, Con faldas y a lo loco y El apartamento, se burla de las miserias de la meca del cine a través de un cadáver que, a modo de flashbacks, se ríe de su propia suerte.
El espaldarazo definitivo del protagonista
William Holden, que antes había interpretado galanes, pistoleros en western o incluso un boxeador (Sueño dorado), vio lanzada su carrera con esta cinta en la que consiguió una nominación al Oscar como mejor actor, un galardón que acabó llevándose José Ferrer por su Cyrano de Bergerac. Después, George Cukor le ofreció un papel en Nacida ayer (1950), con Judy Hollyday, una comedia que se convirtió en un éxito de taquilla. En 1953, se quitaría la espinita de la codiciada estatuilla de nuevo a las órdenes de Wilder en Traidor en el infierno en la que interpretaba a un prisionero de guerra con lado oscuro, que le valió el Oscar.
El espaldarazo definitivo para un actor que comenzó a encadenar éxitos con títulos Sabrina, La colina del adiós, Picnic, El puente sobre el río Kwai, Misión de audaces, Grupo salvaje, El coloso en llamas o Network (1976), de Sidney Lumet, por la que consiguió su tercera nominación al Oscar. Ya en los últimos años de su carrera repitió con Wilder en Fedora (1978), en la que interpretó a un director de cine que recordaba la vida de una estrella de la gran pantalla.
El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard). EE.UU., 1950. Drama/cine negro. 110 min. Dir.: Billy Wilder. Int.: William Holden, Gloria Swanson, Erich von Stroheim, Nancy Olson, Lloyd Gough, Jack Webb, Fred Clark, Buster Keaton.
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