En los años sesenta, Carlos Falcó Fernández de Córdoba, el marqués de Griñón fallecido el pasado marzo, llegó a California recién casado con su primera esposa, Jeannine Girod, para perfeccionar sus estudios de agronomía en la universidad UC Davis. Además, el bodeguero vivió junto a su mujer el estallido de la era hippy, recorrió Estados Unidos a bordo de un Maserati y vivió allí el nacimiento de su primer vástago, Manuel Falcó. Ahora, más de 50 años después, el hijo de su primogénito, su nieto Carlos Falcó Corsini, de 20 años, también ha optado por California para formarse. El joven es alumno de la carrera Business Administration and Management en la University of Southern California (USC), uno de los centros más prestigiosos del mundo de las finanzas.
Hasta el año pasado, Carlos Falcó Junior estudiaba en Harrow School, una auténtica institución académica en las afueras de Londres entre cuyos antiguos alumnos –son llamados harrowians– se encuentran desde el primer ministro Winston Churchill al hijo de Margaret Thatcher o algunos miembros de la realeza como el maharajá de Jaipur. Carlos es el mayor de tres hijos –sus dos hermanas son Manuela (18) y Mariana (13)– y desde pequeño ha residido en Londres. Al poco de contraer matrimonio, Manolo Falcó y Amparo Corsini, ex comercial de Vogue España y una de las mejores anfitrionas de la sociedad española, se instalaron en una fantástica casa del barrio Chelsea de Londres. Allí, Manolo es uno de los banqueros más influyentes de la City: en 2018, fue nombrado co-director global de banca de inversión de la entidad estadounidense Citi.
Si su abuelo vio el surgir el movimiento hippy, Carlos Falcó Junior ha sentido muy de cerca la oleada de indignación y protestas a lo largo de Estados Unidos tras la muerte de George Floyd hace unos días. De hecho, el joven se ha propuesto aportar su grano de arena para acabar con el racismo sistemático tan arraigado aún entre nosotros. Así que ha puesto en marcha con amigos de su universidad una recaudación de fondos para llamada 100 black men of Los Angeles, una organización benéfica local que busca dar oportunidades de educación y trabajo a jóvenes afroamericanos. Carlos cuenta con el apoyo total de su familia que han realizado importantes donaciones. Desde sus padres a su abuela, Jeannine Girod, o sus tías, Xandra y Tamara Falcó.
Hace unos días, la hija de Isabel Preysler pedía la colaboración a sus seguidores. “Me preocupa ver a gente joven que se preocupa por hacer del mundo un sitio mejor. Iniciativa de mi sobri que apoya la educación como arma en contra del racismo, buscando oportunidades educacionales y económicas a jóvenes afroamericanos”, escribía en Instagram. El proyecto solidario de Carlos y sus amigos ha resultado ser una gran idea y llevan recaudados más de 6.000 dólares. Para la familia Falcó, black vives matter.
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