Begoña Pérez ha saltado a la fama por su alter ego en las redes, Bego, la Ordenatriz, para convertirse en un referente en el mundo de la limpieza y el orden en el hogar. Y lo ha conseguido gracias a sus prácticos trucos para hacerte la vida más fácil y feliz. Ya ha conquistado a más de 600.000 seguidores en su Instagram y triunfa también con su libro ‘Limpieza, orden y felicidad’ (Planeta) y es que, según ella confiesa, “un hogar ordenado y limpio contribuye de forma positiva a la paz mental”. Bego, como le gusta que le llamen, es madre de siete hijos, se confiesa un poco desastre y se ha formado como organizadora después de estudiar Publicidad y Relaciones Públicas y trabajar en el taller familiar de interiorismo. Así que quién mejor que ella para sobrevivir a la gestión del hogar.
Te has convertido en la influencer de referencia en limpieza y orden. Está claro que todo el mundo necesita una Ordenatriz en casa.
Sí, todos tenemos desastres que solucionar. Y tal vez la clave está en que yo con mis trucos no busco la perfección sino ayudarte a solucionar esos desastres, ahorrarte tiempo y conseguir que disfrutes de tu hogar. A la gente le gustan mis trucos y les ayudan, pero como influencer no me veo (risas), yo con influir a mis hijos tengo bastante.
Tienes 7 hijos, ¿cómo te manejas en casa? ¿es un poco locura?
Pues sí, malamente, no puedo mentir, quiero mostrar la realidad pero lo vivo con mucha alegría y esto me ayuda a crecer muchísimo. Parece que me da mucho trabajo y la gente lo puede ver en negativo, pero para mí es un reto diario, constante y una gozada.
Tus trucos y consejos ¿los llevas a la práctica en casa?
Comparto con mis seguidores lo que hago en casa. Mi cuenta es muy estacional. A veces no tengo el desastre en cuestión pero pido cosas a mis amigas y lo hago porque la clave es probarlo para luego contarlo.
Hace dos años tenías la cuenta pero desde la pandemia has crecido un 100 por 100 en seguidores. ¿Cómo lo vives?
Traslado mis consejos, intento contestar uno a uno a mis seguidores, pero se me ha ido de las manos. Estaba histérica contestando hasta que comprendí que no iba a llegar nunca. Estoy abrumada, emocionada, agradecida… Esto ha sido por el cariño de los seguidores y de una necesidad de la gente porque todos tenemos manchas y necesitamos un orden. Y han visto que soy real al hacer las cosas.
Primero triunfas con tus redes y ahora con tu libro ‘Limpieza, orden y felicidad’. ¿Cómo surge todo?
Cuando yo empiezo con la cuenta de Instagram me doy a conocer como organizadora profesional y tenía trabajo yendo a casas para ayudarles a conseguir un orden, pero llega la pandemia y todo se para. Los que no podíamos salir a trabajar veíamos el desastre en casa: el tornillo oxidado, el mueble que no encajaba… Nos damos cuenta de que las casas necesitan unos arreglos y soluciones y empiezo con trucos y consejos en las redes y la gente me empieza a preguntar. Va surgiendo el boca a boca y hasta ahora.
El título del libro ‘Limpieza, orden y felicidad’ resume un cóctel triunfador. ¿Cómo se consigue?
No tenemos que fustigarnos con el desastre, sino ponerle solución. Cuando tengamos las cosas más o menos ordenadas, que no digo perfectas, porque la casa está para usarla y disfrutarla, llega el momento de aplicar los trucos de limpieza. Pero lo importante es que no se pierdan los nervios para no perder la felicidad.
Ordenatriz suena a institutriz, ¿no da un poco de repelús?
Es un nombre comprometido pero cuando abrí la cuenta de Instagram los nombres de orden que miraba estaban cogidos y busqué ese. Soy institutriz del orden, voy a enseñar a ordenar que es lo que yo he aprendido. Y la clave está en que lo hago a pesar de que yo no soy ni muy ordenada ni desordenada.
Tú eras de la que no encontrabas nunca las llaves pero una situación familiar te llevó a replantearte todo ¿no?
En mi caso con la pérdida de mi padre, aunque puede pasar en otros procesos vitales, caigo un poco en la pena, me supera mi despiste, estaba todo manga por hombro, me despistaba con las citas de los niños…. Hasta que me dije: yo no quiero esto. Y cayó en mis manos el libro de Marie Kondo. Al principio, cuando leí lo de despedir las cosas y darles las gracias antes de desprenderte de ellas, pensaba que no pegaba nada en la cultura española. Pero yo me puse a ordenar en casa y vi que es un paso necesario y que el orden afecta a lo material y a lo espiritual.
Estudiaste Publicidad y Relaciones Públicas, trabajabas en la empresa familiar de Interiorismo y luego te has formado como organizadora profesional.
Sí, me gustaban muchísimo las reformas y la decoración pero he visto que la gente necesita tener colocadas las cosas y ordenadas, y pensar los muebles para que sean prácticos y no me estorben. Por eso, me he formado en eso. Pero antes de ordenarlo y ubicarlo hay que tenerlo limpio.
Y que te comparen con la Marie Kondo española, ¿qué te parece?
Me sienta fenomenal. Es un orgullo. Ella ha revolucionado el mundo del orden y ojalá me parezca en algo porque no la llego a la suela del zapato.
Eso es modestia porque tú estás revolucionando el mundo de la limpieza y el orden.
(Risas). Se ve que era necesario, yo no tenía esas aspiraciones para nada.
¿Tienes más seguidoras o seguidores?
Más seguidoras.
Parece que tenemos que seguir avanzando en este terreno.
Es cierto que cada vez estamos todos más involucrados en las cosas de la casa, pero es cierto y no quiero echar piedras a mi tejado que hay cosas que las mujeres lo sabemos hacer mejor o hay tareas en las que el peso lo tiene que llevar una sola persona que no tiene porque ser la mujer.
¿Cómo te organizas en casa?
Las tareas las asignamos mi marido y yo. Pero las lavadoras es mejor que lo organice una persona y ese orden lo sé llevar yo, no por hacerlo yo, sino por tener una rutina. Lo importante es que todos los miembros de la familia, también los niños, tengan una tarea, porque esa autonomía fomenta la autoestima aunque a veces les dé pereza. En familias tan grandes como la mía e incluso pequeñas si uno no hace su encargo se queda sin hacer. Y no podemos hacérselo los padres por detrás.
¿Cuál es la tarea de la casa que más te gusta?
Planchar, me relaja. Estoy en silencio y pensando y colocando cosas en mi mente. A veces me pongo un podcast. Y eso que no plancho mucho. Somos muchos e intento aplicar la plancha de la mano y doblado y listo. Limpiar manchas de un tejido me chifla.
¿Y lo que menos te gusta?
Limpiar el polvo lo odio, mucho más que hacer los baños.
Reivindicas productos de toda la vida y casi haces magia con ellos.
Yo entiendo que el producto comercial todo el mundo sabe utilizarlo y todos los necesitamos. Pero hay productos que no sabemos utilizar bien y que también nos pueden sacar de apuros con paciencia como el bicabornato o el vinagre. Además, todo lo que pueda tender hacia la ecología lo intento aplicar.
¿Un consejo para que le presupuesto llegue a fin de mes?
Parece mentira pero cuando tienes las cosas ordenadas influye tanto lo material en lo espiritual que sabes priorizar y quitar un gasto superfluo o invertir en un gasto necesario.
¿Tu consejo de más éxito?
El de la laca (por ejemplo, ella lo usa para eliminar desteñidos en prendas de roja pulverizando por delante y por detrás del tejido).
Acabas de sacar el libro, ¿qué proyectos tienes?
Voy poco a poco, quiero ser consciente de lo que estoy viviendo y que no me arrolle este torbellino. Hay que vivir el presente.
¿Qué te dicen en casa?
Alucinan en colores, eso de que me paren por la calle y me reconozcan les enorgullece. A veces, eso sí, estoy hasta las mil contestando a los seguidores y ahí les cuesta. Tengo que poner freno pero me da palo no contestar y también se ha convertido en un medio vicio.
El ‘Limpieza, orden y felicidad’ de Bego, La Ordenatriz, es una práctica guía con todos los trucos y secretos para que no se te resista ningún desastre casero. Todo sobre manchas, productos de limpieza y organización en las distintas estancias de la casa.
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