Pasada la etapa de compra compulsiva de productos básicos en los primeros días, una vez decretado el estado de alarma, la situación ha experimentado un cambio, en la cantidad y naturaleza de lo que incluimos en nuestra cesta. Lo cierto es que mientras otros sectores se han visto afectados por la pandemia, el gran consumo ha crecido. Según el Ministerio de Agricultura, en la primera semana la alimentación subió un 29,8% respecto a 2018, destacando la compra de: carnes, con una subida del 22,8% (excepto el cordero, que descendió un 15%); conservas de pescado, 82%; frutas y hortalizas transformadas (en conserva, por ejemplo), 64%; aceite, 98%; leche, 50%; legumbres, 122%; arroz, 158%; pastas, 144%; harina, 146%, y vino, 6,8%.
La tercera semana
El Gobierno ya tiene cifras de la tercera semana de reclusión, que confirman el alza en el mercado de la alimentación: las compras subieron un 17,6% y la de harina (el nuevo éxito tras la fiebre por el papel higiénico) se multiplicó por cuatro, según el titular de Agricultura, Luis Planas. Los datos de la segunda semana son más positivos aún que los de la primera, con lo que se consolida un marzo histórico en el sector.
Si hablábamos del fenómeno de la harina, también ha resultado espectacular la venta de papel de horno, 138%, o levadura, 233%, en la segunda semana, así como de todo tipo de aperitivos, desde las palomitas, 50%, hasta “snacks” salados, 42%. Por no hablar del alcohol. Si antes de la crisis las bebidas de baja graduación representaban el 43% del consumo en el hogar, ahora constituyen el 70%, tal y como explica la consultora Nielsen. Y destaca el vermú, que dobla sus ventas, mientras que el vino crece un 31% y el whisky y los licores, en torno al 20%.
Mercado online
Esta situación tan anómala también ha supuesto que las ventas online subieran un 73% en la segunda semana de encierro respecto al mismo período del año anterior, según la citada consultora. Así, Internet impulsa las ventas de los supermercados un 16,2% al tiempo que algunos establecimientos adaptan sus estructuras para hacer frente a esta nueva realidad, sobre todo las pequeñas tiendas de conveniencia, aquellas cuyo horario comercial supera las 18 horas.
Más información en mapa.gob.es y nielsen.com
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