Parece que la cuarentena nos ha igualado a todos en muchos sentidos. En el caso de Elizabeth Hurley podemos asegurar que todo ese tiempo confinada en casa le ha servido para decidirse a acometer la ardua tarea de ordenar el armario. Mientras que algunos, ni siquiera encomendándose a las enseñanzas de Marie Kondo han sido capaces de llegar a buen puerto con la misión, otros, entre los que nos atrevemos a incluir a la modelo y actriz británica, parecen haberlo logrado. Y en lo que a Hurley respecta, ha pasado la prueba con nota.
Tras nueve semanas de encierro, Hurley quiso mostrar hace unos días desde su cuenta de Instagram una de las piezas que había descubierto al fondo de su armario y que sin embargo ni ella ni las hemerotecas habían podido olvidar. Se trata de un vestido de malla metálica en tonos malva de Versace, una de sus firmas fetiche. No olvidemos que ya dio la campanada en 1994 cuando acompañó a su por entonces novio, el actor Hugh Grant al estreno de Cuatro bodas y un funeral. En aquella ocasión fue el famoso (y escandaloso) vestido negro sujeto en los laterales con imperdibles dorados gigantes).
Pero volviendo a este vestido, con esta foto la modelo, que el 10 de junio cumple 55 años, se sumaba a la iniciativa de una revista inglesa que pidió a los famosos que posaran con sus looks más glamurosos desde el salón de sus casas para apoyar la recaudación de fondos en la lucha contra la Covid-19. Con esta elección estilística, Hurley no solo no ha dejado ninguna duda que en cuanto a estar elegante en casa nadie puede superarla, sino que además ha demostrado que 21 años después de haberse puesto por primera vez el vestido en cuestión para una entrega de premios de moda en Nueva York en 1999, el tiempo parece haberse detenido.
Fuente: Leer Artículo Completo