Antonio Banderas se queda en Málaga

Antonio Banderas se fue de Málaga con 18 años decidido a triunfar en el mundo de la interpretación, y con 60 y una trayectoria como la de ningún otro actor español, vuelve a su ciudad para quedarse. El diario El País ha publicado que el actor español más internacional ha decidido instalarse definitivamente en la ciudad donde nació y donde a finales de 2019 inauguró uno de sus proyectos más queridos, su teatro Soho.

Hace cinco años se instaló en Londres junto a su pareja Nicole Kimpel para estudiar diseño en la prestigiosa escuela Central Saint Martins. Dejaba Hollywood tratando de cumplir otro sueño. Se instaló a 30 kilómetros de la capital, en una casa de lujo prefabricada. Seguía metido en mil proyectos pero un infarto le hizo replantearse las cosas. Era 2017. Dejó de fumar y decidió rechazar varias ofertas de trabajo. En esa vida más tranquila alejado de los grandes contratos hollywodienses estaba tras un año, 2019, de grandes reconocimientos -nominación al Oscar incluida por Dolor y Gloria que le valió su primer Goya-, rondando con Penélope Cruz Competencia oficial a las órdenes de Oscar Martínez estaba en Madrid cuando el Gobierno decretó el estado de alarma. Antonio se confinó en su casa de Marbella, La Gaviota.

Es un hombre activo y allí siguió además de entrenándose implicándose en causas sociales y tratando de ayudar en lo posible en los peores momentos de la crisis sanitaria. A su pareja, el confinamiento le cogió en Suiza. Su hija,Stella del Carmen, estaba en Estados Unidos. Y solo, en Málaga pensó en una nueva vida allí mismo, en mimar al máximo su teatro que tantos años le había costado levantar y que sufría, como todos, los problemas derivados del coronavirus. Pensó en cómo continuar el éxito de A Chorus Line, el musical con el que inauguró el teatro y en el que él mismo actuó en algunas de sus funciones. Se hizo con los derechos de Company de Stephen Sondheim y decidió que lo dirigiría y protagonizaría en 2021 -estará en cartel, al menos, ocho meses desde el otoño del año que viene-. Tomó muchas otras decisiones entre confinamientos y la cuarentena por su propio coronavirus que le obligó a posponer el rodaje de Uncharted, película protagonizada por Tom Holland y Mark Wahlberg. Fichó a María Casado tras su salida de TVE, creó una productora de televisión con el objetivo de que Málaga sea un referente cultural internacional con sede en su teatro. Allí han grabado Escena en blanco y negro, el programa musical que se estrenó en Amazon Primea mediados de diciembre en el que Casado entrevista a distintos artistas, Antonio Banderas se cuela entre David Bisbal, Pablo Alborán, Rozalén, Pablo López o Vanesa Martín; y allí presentará la ceremonia de los Goya el próximo mes de marzo esta nueva pareja artística.

Con todo esto, cómo no quedarse en Málaga. Tendrá que viajar cuando su carrera le obligue y las restricciones lo permitan. Viajará a ver a su hija, estudiante de Arte Dramático, columnista de Vanity Fair y perfumista, ha lanzado Lightbound, firma de tras The Soul, el perfume inspirado en la Semana Santa de Málaga, esa que tanto ama su padre e incluso Melanie Griffith a quien Banderas sigue considerando su familia a pesar de su divorcio en 2014. Con ellas viajaba siempre que su trabajo se lo permitía a Málaga a ver a la familia y disfrutar de la vida en la ciudad de la costa andaluza. Y en la distancia fue ideando todo esto que ahora tiene a su alrededor: su ático con vistas al teatro romano, su bar El Pimpi, una de sus tabernas favoritas antes de comprarla en 2017 donde se deja caer con asiduidad, y su teatro. O sus teatros, porque ya ha avanzado que busca localización en Málaga para un segundo teatro. No descarta participar en el club de sus amores, el Málaga CF, y esto es solo lo que ha ido contando en sus entrevistas. "Esa cabeza tiene ideas para llenar ocho vidas", dijo María Casado en El Hormiguero, y puede que se quedara corta.

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