El actor visitó, este fin de semana, el ‘Show de Jimmy Kimmel’, en su especial de Halloween, por lo que apareció vestido de uno de los personajes más populares de su carrera cinematográfica: El Zorro. Pero además de divertirse y hablar de su éxito profesional, Antonio Banderas narró uno de los episodios más complicados de su vida, cuando en enero de 2017 sufría un ataque al corazón tras el cual fue sometido a una intervención quirúrgica en la que le implantaron tres stents y le hicieron una ablación a causa de una arritmia que sufría desde hace tiempo. Un momento que recuerda, a pesar de todo, como «una segunda oportunidad para cambiar su vida».
Ha confesado que Nicole Kimpel jugó un papel fundamental para que las consecuencias de lo sucedido no fueran tan graves como podían haber sido. «A mi novia le dolía la cabeza y no teníamos nada en casa para que se tomara. Entonces salió a comprar algo, un analgésico o lo que sea. Compró aspirina que es lo único que encontró, y encontró además la de cinco miligramos que creo que es la máxima»,comenzaba explicando. «A la mañana siguiente comencé a tener los síntomas del infarto y sabía claramente lo que estaba pasando. Nicole me puso una de esas aspirinas dentro de la lengua y eso me salvó la vida«.
«Después de todo, fui afortunado, porque un ataque al corazón puede matarte muy rápido. En cierta manera, es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida, haber sufrido un infarto», declaraba optimista.
El malagueño confesó que a partir de ese momento, de esa «segunda oportunidad», algunas cosas cambiaron en su vida: Decidió, por ejemplo, dejar de fumar, un vicio que califica como «una de las cosas más estúpidas que he hecho en mi vida».
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