7 libros clásicos para viajar de Nueva York a Estambul sin movernos de casa

La cuarentena nos ha impuesto un mismo destino a todos: estar en casa. Muchos viajes han tenido que ser aplazados y las ansias de viajar y conocer nuevas culturas y nuevos paisajes y escenarios tienen que hacerse ahora desde el sillón. Pero no solo las imágenes y las películas nos llevan a descubrir o redescubrir esas ciudades con las que soñamos o que en su día nos conquistaron.

Son muchas las novelas que han hecho de su escenario uno de sus personajes principales. Sus autores nos han permitido recrear la atmósfera, los aromas y muchos detalles de esos lugares que forman parte de nuestra memoria. Tan maravilloso es recordar una ciudad gracias a un libro como sentir que la estás pisando por primera vez gracias a él. Esta es una propuesta de títulos para seguir viajando a través de las páginas de algunos de los mejores libros de las últimas décadas.

‘Las uvas de la ira’

Esa sensación de pisar la tierra y sentir el calor y el polvo, el de los caminos de las calles sin asfaltar por el que transitan los que huyen de sus casas, es uno de los recuerdos más vivídos de esta novela que figura entre mis favoritas. John Steinbeck relató en ella el impacto de la crisis del 29 en las familias que se ganaban la vida trabajando la tierra, y su éxodo desde Oklahoma hasta California, un ansiado paraíso donde todos podrían volver a ganarse la vida dignamente. Cada una de las páginas del libro refleja ese recorrido por el corazón de Estados Unidos, cómo eran las casas en las que vivía la gente, los lugares donde tomaban café y las calles donde se desarrollaba su vida.

‘Estambul. Ciudad y recuerdos’

La fascinación de Orhan Pamuk por su ciudad, Estambul, es algo que se refleja claramente en sus libros. No hay guía mejor para empezar a amar esta ciudad que su libro Estambul. Ciudad y recuerdos. Su infancia toma forma en este libro en el que retrata como era la vida en esta ciudad a mediados del siglo pasado. Desde el interior de su casa familiar hasta sus paseos junto al Bósforo los domingos y días de fiesta. Un deambular por las calles siempre vivas de esta ciudad de maravillosos sonidos, en la que cada puesta de sol es un canto a la nostalgia.

‘Crónicas birmanas’

Rangún es la ciudad más grande de Birmania y es también una de las protagonistas de Crónicas birmanas, escrito por Guy Delisle. En esta novela gráfica el autor se vale de la cotidianidad para hacernos sentir cada rincón de esta ciudad, desde la pobreza a la espiritualidad de su gente pasando por las costumbres y la tradición que forman parte de cada rincón de la ciudad.

‘Verano’

La dureza de la vida en las afueras de Ciudad del Cabo es el escenario en el que se mueve John Coetzee, el escritor sudafricano y Premio Nobel que en esta obra comparte sus memorias, desde el punto de vista de un biógrafo inglés que entrevista a personas que estuvieron cerca de él. Cada una de ellas retrata con sus anécdotas y recuerdos cómo era la Sudáfrica de la década de los 70.

‘Lugares que no quiero compartir con nadie’

«El lugar elegido fue el Rose’s Turn, un piano bar cutre del West Village que cerró en 2007, cuando comenzaron a sentirse los primeros azotes de la crisis económica y los locales morían de éxito. El Rose’s Turn tenía cincuenta años de historia, allí habían hecho manos grandes pianistas del Music Hall y algunos jóvenes talentos dieron en su milimétrico escenario su primer do de pecho…». Esta es uno de los muchos lugares que Elvira Lindo comparte con sus lectores. Durante años la escritora vivió entre Madrid y Nueva York, y pocos como ella para acercarnos la vida de la Gran Manzana, desde las calles del Upper East Side hasta los lugares sórdidos del Bronx. Leer este retrato de Nueva York es tan adictivo como pasear por sus calles sin rumbo fijo, las calles de una ciudad que invita a dejarse sorprender en cada esquina.

‘Los Miserables’

Antes de descubrir París a pie, lo hice de la mano de Victor Hugo. El suyo fue el París de principios del siglo XIX, azotado por una gran depresión y donde la miseria acechaba sin compasión en las calles más populosas de la ciudad. Una lectura indispensable que Victor Hugo escribió en su casa de la Place des Vosges.

«Los Campos Elíseos, llenos de sol y de gente, no eran más que luz y polvo, dos cosas de las que se compone la gloria. Los caballos de Marly, mármoles relinchantes, se encabritaban en una nube de oro. Las carrozas iban y venían. Un escuadrón de magníficos guardias de corps, con el clarín en cabeza, bajaba la avenida de Neuilly; la bandera blanca, vagamente rosa a la luz del sol poniente, ondeaba en la cúpula de las Tullerías. La plaza de la Concordia, convertida entonces en plaza de Luis XV, gorjeaba de paseantes contentos»: la destreza de Victor Hugo tomando el pulso a aquella ciudad viva y luminosa es uno de los grandes alicientes de esta obra que forma parte de la Historia de la literatura. Quien lo haya leído sabe que las Tullerías siempre tendrán sabor a Victor Hugo.

‘Madrid, el advenimiento de la República’

Josep Pla nació en Palafrugell, pero conoció como nadie las calles de aquel Madrid de los años 20 y 30 del siglo pasado. Como cronista parlamentario, paseó por todas sus calles, participó en las tertulias de una ciudad en plena ebullición política y supo plasmar en este libro, conciso y certero, en una ciudad que estaba en plena transformación. Ese Madrid bullicioso y callejero, que pocos como él han retratado. Una delicia para quienes aman esta ciudad y quieran imaginar como fue hace casi un siglo.




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