Calor y entrenamiento no son los mejores aliados a no ser que te hayas apuntado a unas clases de Hot yoga. Si no es el caso, y tu problema es que quieres salir a entrenar a la calle en pleno mes de agosto, te pedimos que tengas en cuenta la temperatura exterior y sus consecuencias en el cuerpo de los deportistas. Aunque las vacaciones veraniegas son un gran momento para hacer deporte, cuando el termómetro está en su punto más alto, entrenar a todo gas puede ser una invitación al desastre en forma de espasmos musculares (fuertes contracturas de los músculos esqueléticos), sobrecargas térmicas y los peligrosos golpes de calor. Por eso es muy importante que sigas estos consejos antes, durante y después de tu entrenamiento si no quieres que hacer ejercicio en verano acabe en visita a urgencias.
1. Bebe dos vasos de agua antes de salir a entrenar (y visita el baño antes)
La hidratación es la clave del entrenamiento veraniego y hay que prestarle la atención que se merece. Media hora antes de salir a hacer ejercicio, bebe dos vasos de agua. Y justo antes de salir por la puerta, visita el baño y chequea el color de tu orina. Si es clara estás suficientemente hidratada para poder salir a correr, hacer sentadillas o lo que te pida el cuerpo.
2. Adapta el volumen de trabajo a la temperatura exterior
Cuanto más tiempo entrenas, más sudas y mayor estrés sufre tu cuerpo por intentar compensar el esfuerzo del ejercicio mismo y el de mantener una temperatura corporal saludable. No hagas locuras y vigila el tiempo de entrenamiento, el volumen del mismo (la cantidad de series que realizas o repeticiones de ejercicios) y la intensidad. Habrá días que no podrás hacer todo lo que tenías planeado, pero eso es más sano que sufrir las consecuencias de un sobreentrenamiento en pleno mes de agosto.
3. Entrena en zonas verdes
Siempre que te sea posible desarrolla tu entrenamiento en la ribera de un río, un parque grande, la montaña… estoS espacios verdes, aunque se encuentren en plena la ciudad, están siempre a un par de grados de grados menos que las calles que los rodean. Aprovéchalos al máximo en verano.
4. Presta atención a las sales minerales después de entrenar
No vamos a caer en obviedades como decirte que salir a las tres de la tarde es una locura, que debes entrenar a primera hora de la mañana o por la noche. Pero sí vamos a recordarte que con tu sudor no solo pierdes agua, sino también minerales que garantizan que tus músculos funcionen correctamente. Necesitas reponer esos minerales para evitar los calambres post entrenamiento: encárgate de reponerlos en cuanto termines tu sesión de estiramientos finales con una bebida para deportistas… y si la consumes en formato granizado, mejor que mejor.
5. Cómete un helado de chocolate después de entrenar
Como lo oyes, después de entrenar, puedes comerte un helado casero en el que hayas seguido esta receta: bate cacao en polvo con 200 ml de leche y cogela esta mezcla en moldes para polos durante al menos seis horas. Uno solo de estos polos te darán todo los hidratos, proteínas y frescor que tu cuerpo necesita después de entrenar en verano.
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