Salvo casos excepcionales, mimar la musculatura del pecho con los ejercicios adecuados siempre tiene recompensa: un pecho firme, tonificado y “en su sitio”. Pero claro, estos buenos resultados solo se consiguen con constancia y los ejercicios que te presnetamos a continuación. Toma nota.
Push ups: flexiones con tu propio peso para desarrollar el músculo pectoral
Sí, tanto tú como los chicos del gimnasio tenéis músculos pectorales… pero la diferencia entre los suyos y los tuyos es evidente, ¿no? Los tuyos están recubiertos por la glándula mamaria que es, en su mayor parte, grasa (y a mucha honra). Pero debajo de tu pecho se encuentran unos músculos olvidados por la mayoría de los ejercicios de tu rutina habitual. Ponte al día en cuanto a desarrollo y tonificación de la zona haciendo push ups (las flexiones de toda la vida).
Si eres primeriza, te aconsejamos que empieces con las flexiones inclinadas (apoyando las manos en unas escaleras, un banco o incluso la pared en vez de tumabada boca abajo en el suelo). En ellas el torso está más elevado y son más sencilla de realizar aunque debes vigilar también la postura.
Gracias a esta variante todos los músculos del torso trabajarán (incluidos, por supuesto, los del pecho), pero ni tus brazos ni tu core sufrirán porque hace trabajar los músculos de la parte superior del cuerpo. Haz tres rondas de tantas repeticiones como puedas, descansando un par de minutos entre ronda y ronda, al menos tres veces a la semana.
Usar el balón de Pilates para una tonificación profunda
¿Tienes una pelota gigante de Pilates en casa a la que no le sacas partido? Pues ya es hora de que lo hagas con el ejercicio más sencillo del mundo para desarrollar el pecho y elevarlo. Siéntate, coge tu balón con las manos y, con los brazos al frente, apriétalo como si quisieras juntar las manos y la pelota no estuviera ahí. Aprieta, relaja, aprieta, relaja… ¿notas cómo tus músculos del pecho “saltan”? Enhorabuena, los estás ejercitando.
La postura del triángulo : para fortalecer los músculos y elevarlos
Tus músculos pectorales no solo necesitan que los actives con ejercicio, también requieren de una buena circulación sanguínea para mantenerse firmes y tersos. Esta postura, que te has cansado de ver en las clases de yoga, se llama originalmente Trikonasana y cumple con ese doble objetivo de tonificar y reactivar la circulación al tiempo que estira toda la columna vertebral.
Para ejecutarla correctamente colócate de pie con los pies bien separados. Gira tu pierna derecha hacia afuera unos 90 grados y la pierna izquierda unos 15 grados. Después, inclina el torso hacia abajo lateralmente de manera que tu mano derecha pueda agarrarse al tobillo mientras estiras el brazo contrario hacia arriba. Ambos brazos deberían trazar una línea recta. Gira la cabeza y mira la punta de los dedos. Después, repite el proceso pero con la pierna y el brazo contrario.
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