Descarga gratis el número de mayo de Vanity Fair aquí.
El apartamento ‘Royal Suite’ en el que vive Isabel Díaz Ayuso desde hace dos meses es, en realidad, un apartamento para clientes exclusivos del empresario Kike Sarasola dentro del hotel España Skyline BeMate. Así nos lo confirmaron desde la recepción cuando intentamos alquilarlo para el mes de agosto: “No, ese apartamento es del dueño, no está a disposición del público. ¿Dónde lo ha visto? Debe de ser un error, ahora lo comunicaré al departamento adecuado”, nos explicaron.
De hecho, en la web oficial del Skyline BeMate no se puede encontrar el apartamento “Royal Suite” para quien desee hacer una reserva, pero sí en otra web del grupo, no operativa aunque aún disponible online. En un inicio, el apartamento “Royal Suite” sí podía ser alquilado por unos 200 euros al día, pero desde hace tiempo, tal y como nos dijeron cuando llamamos al hotel, es de uso privado del dueño.
Sarasola ha explicado durante estos días que la presidenta, antes del estado de alarma “ya estaba buscando un apartamento y nosotros le ofrecimos, porque ella necesita una serie de requerimientos por su cargo y por su situación, uno de nuestros edificios que era perfecto para eso”. Es decir, antes del 14 de marzo. Ella, sin embargo, había contado que se había traslado tras dar positivo por el Covid-19 el 16 de marzo y para no contagiar a nadie. “Estoy sola y aislada”, le dijo a El Mundo. Hoy Pablo Casado ha dicho que lo hizo para no contagiar a su madre.
“Estando yo contagiada no podía ni bajar al súper. Fui a un hotel cerrado al público. Busqué la mejor oportunidad, la mejor opción, para no molestar a mi equipo, a mis vecinos, y para de mi bolsillo seguir trabajando con unas garantías dignas”, ha dicho este jueves Díaz Ayuso.
Desde presidencia de la Comunidad de Madrid explicaron a Vanity Fair que “el alojamiento de la presidenta no ha generado ningún coste para las arcas públicas de la Comunidad de Madrid”, pero no quisieron decir si era ella o el empresario quien se haría cargo del coste. Horas después, fue el propio empresario quien, en una nota de prensa, aseguró que la presidenta pagaría “personalmente” la factura.
El hotelero Sarasola narraba ayer que la presidenta era “una clienta” que se quería quedar dos meses y a la que le había hecho un “acuerdo global” por 80 euros al día que incluía conserjería, parking, limpieza cada dos días, seguridad y un salón adicional que haría las veces de despacho. “Me viene como anillo al dedo que me paguen 2.400 euros al mes cuando tengo el hotel vacío”, señaló el empresario.
Ayer, preguntado por Risto Mejide en Cuatro si este “acuerdo” lo había extendido a otro tipo de personalidades y cargos públicos, el empresario contestó: “Tengo la compañía de apartamentos de lujo, la mejor de Madrid, se ha quedado muchísima gente en mis apartamentos y yo les he cobrado a todos”.
Hoy Vanity Fair ha tratado de que el empresario explicara desde cuándo ese apartamento no está a la venta al público, cuál es el criterio para seleccionar a los clientes exclusivos que se alojan en él y si cobra igualmente a estas personalidades. “No vamos a contestar a nada más”, han respondido.
Tampoco quisieron en su momento ofrecer detalles sobre la relación que une a Sarasola y Díaz Ayuso. Él aseguró ayer que no se conocían de nada. “No somos amigos”, dijo contundente.
Fuente: Leer Artículo Completo