Todo lo que están haciendo los vecinos de Meghan y Harry en Canadá para protegerlos de los paparazzi

Los vecinos de Meghan Markle y el príncipe Harry en Vancouver están haciendo esfuerzos desmedidos para protegerlos de las cámaras intrépidas de los periodistas. La privacidad es uno de los asuntos más importantes para los duques de Sussex y esa es una de las razones por las que se han mudado a la lejana Canadá. En concreto a la ciudad de Vancouver, a unas nueve horas en avión de Londres. Algo que supone un impedimento a Isabel II para estar junto a Archie, a quien ve mucho menos que al resto de bisnietos y a quien tampoco parece que vaya a poder ver en un futuro cercano.

En Canadá están controlando tanto la situación respecto al acoso de la prensa, que incluso sus vecinos se han implicado para ayudarlos. Según el diario británico Telegraph, los residentes de North Saanich, la zona de Vancouver en la que reside la pareja de exroyals, han sido rápidos en acoger a la pareja. Han hecho todo lo posible y de la forma más inesperada para contener la atención hacia ellos requiriendo a las autoridades diferentes medidas de actuación que los protejan. A pesar de que Canadá ha sido firme en su decisión de no pagar la seguridad de los duques, parece que sus nuevos vecinos no van a permitir que sufran ningún riesgo.

Estas medidas pasan por modificar, o mejor dicho, aumentar la vegetación de la zona. Todo con la intención de hacerla más frondosa e impedir así que las cámaras lleguen a perturbar su privacidad. Entre las peticiones, destaca la de plantar una cantidad considerable de rododendros, un tipo de arbusto cuyas flores estacionales aportan gran color y viveza. La intención es la de crear una valla de arbustos alrededor de la mansión privada de los Sussex, una casa de 10 millones llamada Mille Fleurs. También han pedido la instalación de carteles que limiten el tráfico a la población residente de la zona, en las calles más cercanas a su casa.

Pero no se han quedado ahí. Las zonas que frecuentan, como el café al que Harry va a comer sándwiches, Deep Cove Market, se ha declarado un lugar ‘libre de paparazzi’ y los trabajadores y el resto de personas se han encargado personalmente de evitar que merodeen por allí. También han creado un grupo de Facebook en el que desvelan las localizaciones de los fotógrafos y periodistas que hay en la zona. Los vecinos, además, se divierten jugando al despiste con los reporteros. Un hombre de 83 años, al ser preguntado si les había visto, respondió: “¿A quién? Ah sí. Archie nos ha tenido despiertos toda la noche con sus llantos”.

Todas estas actuaciones han llegado a oídos de Meghan y Harry, que se han sentido agradecidos con la población. Un conductor de taxi acuático, Miles Arsenault, se negó a llevar a un grupo de turistas japoneses que pretendían fotografiar la residencia de la pareja. Al enterarse, Meghan Markle llamó personalmente al trabajador. “Fue dulce, real y sincera”, le contó él mismo al Telegraph. Los duques están viviendo la realidad de un verdadero ‘programa de vigilancia vecinal’, algo bastante común en muchos barrios de Reino Unido y del resto del mundo.

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