A estas alturas de la legislatura de Donald Trump, apenas recordamos ya su pasado como presentador de un ‘reality show’ y su vocación, más que de empresario, de ‘celebrity’. Es cierto: no es la primera estrella del show business que llega a lo más alto de la jerarquía del poder mundial (Ronald Reagan lo hizo antes). Sin embargo, con Trump sí culmina una nueva era en la comunicación política en la que los discursos y las personalidades del mundo de la fama se convierten en interlocutores políticos de primer orden. La cuestión vuelve a ser relevante ahora, a pocos meses de las elecciones presidenciales que pueden darle una segunda legislatura, y con el partido demócrata aún sin cerrar el ‘ticket’ de su candidatura liderada por Joe Biden. ¿Y si la oposición electoral a Trump no estuviera actuando desde el sistema de partidos, sino desde las redes sociales que él tan inteligentemente utiliza? ¿Y si no fuera Biden su adversario electoral, sino las famosas de Hollywood (Taylor Swift, Rihanna, Mariah Carey, que hoy protagonizan protestas y piden reformas legislativas?
Taylor Swift es la estrella del pop que más directamente está socavando la influencia que Donald Trump tiene entre sus ‘followers’ en las redes sociales. No solo se ha dirigio a él directamente para criticar su actitud ante las protestas contra la violencia racista en Estados Unidos, sino que esta semana ha pedido directamente el voto para candidaturas que luchen contra la violencia policial y el racismo. Swift ha entrado, directamente, en política. De hecho, es una de las famosas que esta defendiendo el derecho universal a votar por correo que una reforma de Trump pretende abolir.
Además de esta sorprendente politización del perfil social de Taylor Swift, alrededor de un centenar de famosos ha firmado una carta dirigida a Donald Trump en la que exigen una reforma legal de la ley que impide examinar ante el juez la vida privada de los policías, para señalar sus actitudes o conductas racistas o violentas. La iniciativa está liderada por el senador demócrata Jamaal T. Bailey y la respaldanRihanna, Mariah Carey, Ariana Grande, Billie Eilish, Justin Bieber, Demi Lovato y así hasta más de 200 personas de la industria musical. ¿Cómo contestará el presidente Trump a esta revuelta de famosas? Probablemente jamás pensó que tendría que enfrentarse a una oposición de este calibre. ¿Logrará neutralizarla?
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