Los reyes Gustavo y Silvia de Suecia pasan la crisis sanitaria provocada por el coronavirus en el castillo de Stenhammar, en el municipio de Flen. Esta monumental residencia se encuentra a hora y media en coche de Estocolmo y desde ella, la reina Silvia de Suecia ha concedido una entrevista por videollamada al medio Aftonbladet.
La sueca fue la primera casa real en Europa en tomar medidas cuando la pandemia del Covid-19 llegó a este continente y canceló todos los actos programados para evitar la propagación del virus.
Por su edad, los reyes Silvia y Carlos, que celebraron en la intimidad el 74 cumpleaños del rey en Stenhammar, están considerados grupo de riesgo y por eso tomaron la decisión de alejarse de la capital sueca, dejando en manos de la princesa Victoria la presencia de la casa real en primera línea. La heredera no ha dejado de trabajar junto al resto de autoridades desde su despacho y ha estado visitando puntos claves de la lucha contra el coronavirus como cuando estuvo en el hospital de campaña montado en Estocolmo.
Durante la entrevista, la reina se ha abierto a los periodistas y ha confesado cómo está viviendo toda esta situación y ha entrado en el terreno personal al revelar cómo lleva no ver a sus nietos nada más que por videollamada.
Y es como cualquier familia, durante estas semanas separadas, la reina Silvia ha contado que realizan videollamadas con sus hijos y nietos para verse prácticamente a diario. Este tipo de aplicaciones las ha considerado como «herramientas fantásticas» que aunque no sustituyen a los abrazos, te permiten estar en contacto con tus seres queridos.
La reina admite que ahora recibe muchos vídeos de sus nietos, a los que como el resto de abuelas del mundo, tiene que ver crecer en la distancia a través de una pantalla. «Nunca he tenido tanto tiempo como ahora para escribir a los niños y recibir pequeños vídeos de todo lo hacen. ¡Es una locura, pero divertido!» afirma durante la entrevista.
«No es lo mismo que verse, pero, por ejemplo, la princesa Magdalena está en Miami,podemos ver a nuestros nietos montando en bicicleta o nadando. Es algo encantador», declara emocionada.
Sobre la hija mayor de Victoria, la princesa Estela, la monarca admitía que continúa con su rutina diaria y hace una sorprendente declaración: «Tiene ocho años y veo que lo vive todo con un poco más de serenidad que mis otros nietos. Los demás se alegran al gritar ¡Abuela!».
Además de sus sentimientos sbre sus hijos y nietos, Silvia de Suecia también reconoció sus miedos frente al coronavirus: «Yo misma pertenezco al grupo de más de 70 años y entiendo lo difícil que es la situación para muchos. Por eso quiero transmitir que se debe escuchar a todas las autoridades, seguir sus consejos y, por supuesto, también tener autocontrol. Sé lo difícil que es esto para los enfermos, especialmente para aquellos con demencia que tienen dificultades para comprender el contexto actual. Dependen de los familiares y cuidadores para comunicarse, pero debido a que esos pacientes no pueden seguir un razonamiento lógico pueden tener miedo. Es complicado para todas las partes, pero extremadamente difícil para los familiares».
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