20 días. Ese es el tiempo que ha transcurrido desde que terminó ‘Supervivientes 2020’ y la primera exclusiva de Rocío Flores, que ha regresado de su aventura en Honduras como un personaje con entidad, con voz propia… y con mucho (muchísimo) que decir. Lo sabe y, aprovechando el tirón, ¿por qué no sacarse un colchoncito para cuando vengan las vacas flacas?
Rocío aparece este miércoles en la portada de la revista ‘Hola’, luciendo ese cuerpo serrano que se le ha quedado tras una notable pérdida de peso, fruto de la dureza del ‘reality’, de la que ya ha alardeado en las redes sociales. La joven sabe que, ahora, interesa. Y ha dado al público un pedacito de esos secretos que ansían desde hace años.
Por supuesto, los detalles de la no relación con su madre, Rocío Carrasco, se han convertido en una especie de secreto nacional. Ella, sigue asomando la patita, en la línea del discurso de que quiere arreglar las cosas, que necesita esa conversación cara a cara que tan solo ha encontrado la respuesta del silencio por parte de su madre. Porque Flores, es tajante: «La relación con mi madre debe arreglarse«.
No solo eso, sino que le da un papel que sorprende después de ocho años de ausencia en su día a día y tantas cosas perdidas por el camino… «Es una persona fundamental en mi vida«, manifiesta, a pesar de las diferencias. De lo mal que lo ha pasado por las denuncias a su padre. De aquella pelea que solo se arregló mediante denuncia…
«No he ido a Honduras para aprovecharme de la imagen de mi madre, sino para que la gente conozca cómo soy«, dice con una pasmosa serenidad, añadiendo que, precisamente, lo que quería era quitarse ese sambenito de persona agresiva derivado del encontronazo con su madre que hizo que tomaran caminos separados (aquí, el contenido de la sentencia).
«He aprendido a creer mucho en mí y valorar otras cosas a las que no das importancia en el día a día, como estar con tus seres queridos. Mi balance es positivo», sentencia en un nuevo claro intento de enternecer a un ser querido concreto que, por el momento, no parece temer intenciones del más mínimo acercamiento.
Fuente: Leer Artículo Completo