Raquel Perera: su nueva vida en Madrid

Raquel Perera, oficialmente exesposa de Alejandro Sanz y madre de dos de los hijos del cantante, Dylan y Alma, ha vuelto a Madrid para poder comenzar lo que será su nueva vida. Acompañada de sus dos hijos, con sus mascarillas puestas en todo momento y cumpliendo con las medidas sanitarias, aterrizaban el pasado viernes 11 en la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid, dejando atrás 13 años de vida en Miami.

Después de llegar a un acuerdo con quien fue su compañero durante 12 años, que terminaba con toda la guerra judicial que se preveía, Raquel se ha instalado en una casa de alquiler, dentro de la misma urbanización en la que vive el cantante, que pagará Alejandro.

Según el acuerdo que hacía público la revista Semana, Alejandro se hará cargo de todo los gastos de sus hijos: colegio, médicos, actividades extraescolares y la niñera que ha cuidado a sus hijos desde que nacieron. Raquel, por su parte, recibirá un millón de euros, pagados en varios plazos, y 10.000 euros al mes hasta el 2023, y después 6.000, con los que se hará cargo de los gastos del día a día, las necesidades de alimentos, de ocio e imprevistos de sus hijos, que siempre surgen.

Ilusionada con su vuelta

«Vuelvo a mi ciudad estrenando ilusiones y proyectos», ha confesado Raquel a ‘Hoy Corazón’. «Mis hijos están felices porque podrán estar muy cerca de su padre. Para mí eso es fundamental», añade. Y es que, a pesar de que la guardia y custodia es de Perera, los menores podrán ver a su padres cuando quieran. De hecho, el pasado sábado el cantante subía a sus redes una imagen con sus dos hijos en su casa de Madrid. «La mejor cita para un sábado noche. Familia y amor», rezaba el pie de foto en su Instagram. Y es que, tanto para Alejandro como Raquel, la felicidad y el bienestar de sus hijos es lo más importante.

Según ha podido saber ‘Hoy Corazón’, Raquel quiere comenzar a retomar poco a poco su actividad laboral. No se quedará sentada en casa. Tiene muchos planes. No olvidemos que antes de conocer a Sanz, Raquel, que es licenciada en Psicología, trabajaba como road manager en la agencia de Rosa Lagarrigue, quien durante años fue la representante artística de Alejandro —fue allí donde se conocieron—.

Mujer de negocios

Además, durante su matrimonio, Raquel se sumergió en varios proyectos empresariales, como la línea de cremas Mastriskin, que ahora gestiona y preside con bastante éxito su hermana y que ahora que Perera ha vuelto, volverá a implicarse para colaborar. Estando en Miami, creó un centro de educación multicultural pensando en la educación de sus hijos. Este centro funcionó muy bien los cinco primeros años y luego lo traspasó. A pesar de que Perera tiene experiencia en el mundo de la música, es poco probable que sus proyectos vayan en esa dirección.

La mudanza se ha hecho en tiempo record. El acuerdo se firmaba a finales de agosto y se ratificaba el pasado 3 de septiembre. A partir de ese momento el tiempo jugaba en contra, sobre todo para que los pequeños pudieran reincorporarse al nuevo curso escolar. De hecho, esta semana Dylan y Alma han comenzado en su nuevo colegio. Un instituto británico donde los pequeños recibirán clases en inglés, idioma que ya conocen puesto que han vivido muchos años en Estados Unidos.

En cuanto a los rumores que se han extendido en algunos medios sobre la supuesta relación de Raquel con Nicolás Vallejo Nájera —después de que subiera una foto donde se les veían muy cariñosos—, Raquel desmiente tajantemente, señalando que «somos solo muy buenos amigos. Nada más…». Aunque Raquel, que es joven, no cierra las puertas al amor, por ahora su prioridad es ir incorporándose poco a poco a su nueva vida. De momento, ya ha podido ver a los suyos, recibir el abrazo lleno de amor de sus padres e incluso este fin de semana visitaba a una de sus mejores amigas, Elena Tablada, para conocer a su nueva hija junto a Javier Ungría, Camila, y poder ver a su ahijada Ella, fruto del matrimonio de Elena con David Bisbal.

Sobre su relación con Sanz, ‘Hoy Corazón’ ha podido saber que las aguas se han ido calmando. Una vez firmado el acuerdo, ambos han entendido que lo más importante ahora es que sus hijos sean felices y vivan en un ambiente agradable. Después de todo, serán familia toda la vida.

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