Cuando Meghan Markle y el príncipe Harry anunciaron por primera vez su plan de “dar un paso atrás” en la familia real, fue una gran sorpresa para muchos miembros de la misma. Aunque la pareja tenía una nueva web muy llamativa y surgieron varias propuestas relacionadas con su “nuevo y progresivo rol”, los detalles sobre cómo se mantendrían a sí mismos y sobre si continuaría su trabajo como royals eran escasos. Ahora, algunos de esos temas principales, como su deseo de obtener sus ingresos de forma independiente, se han aclarado, al menos para el año de transición que la reina Isabel fijó en su comunicado del pasado fin de semana. Pero el coste de la seguridad de Meghan y Harry ha sido uno de los temas más conflictivos y ha llegado incluso a ocasionar críticas de los políticos canadienses. El miércoles, The Telegraph comunicó que la pareja había llegado a una solución: ellos pagarán finalmente algunos de sus costes de seguridad, con una puntualización.
Según una persona cercana a la pareja que habló con el periódico, los Sussex han decidido una opción que les permite calmar las preocupaciones de los contribuyentes en cuanto a su seguridad, que no quieren incurrir en los costes de individuos privados. “Tony Blair reembolsa al menos una parte de los costes de seguridad en sus viajes comerciales”, dijo la fuente. “Hay un acuerdo para ello. Harry y Meghan tienen la intención de hacer lo mismo en sus viajes privados”. De acuerdo con la información del Daily Mail del miércoles, la pareja tiene actualmente un equipo de seis personas de seguridad de la policía Metropolitana, pero ahora, la responsabilidad de su protección tendrá que pasar a ser competencia de la Policía Montada del Canadá.
Blair, el antiguo líder del partido laborista que fue primer ministro desde 1997 hasta 2007, trabajó inicialmente como enviado comercial a tiempo parcial para el Reino Unido cuando dejó su puesto; mientras que el resto de su tiempo lo pasaba en el sector privado en compañías de consultoría como J.P. Morgan Chase. Durante los últimos cinco años ha trabajado principalmente en la suya sin ánimo de lucro. El Telegraph confirmó gracias a otra fuente que su oficina sí que paga por algunos de sus compromisos, sin especificar cómo se toman las decisiones de reembolso.
La cuestión de la cobertura de los costes de seguridad ha sido objeto de debate largo y tendido por los miembros ‘senior’ de la familia real. Un grupo de trabajo policial, el Comité Ejecutivo Real y VIP, elabora una lista de un grupo central de figuras públicas que deben tener protección las 24 horas financiada principalmente por el estado. En 2011, las hijas del príncipe Andrés, Beatriz y Eugenia, fueron eliminadas de esa lista, debido en parte a los 500.000 dólares anuales que costaba su seguridad. Mientras Meghan y Harry estaban negociando su salida de la familia real, este ha sido uno de los temas principales que han surgido por parte de comentaristas y miembros públicos de la familia real en privado. El pasado sábado, sin embargo, el anuncio de la reina dejaba claro que estaban renunciando a sus habilidades de representación de la corona y resolvió muchos de los problemas principales.
La salida de la pareja ha llegado tan lejos, que han elegido la independencia sobre las limitaciones de la familia real. Han aceptado renunciar a sus títulos de “su alteza real” y a pagar la concesión soberana de 2,4 millones de libras que se utilizaron para renovar Frogmore Cottage, la casa en la que vivían en Reino Unido. Ahora mismo, parece están estancados en el asunto de seguridad porque supone un intercambio inmediato. El simple hecho de dejar la familia real de forma oficial, no reduce su estatus como personas que son objeto de peligro.
El lunes, ese hecho estuvo enfatizado por el fotógrafo que capturó a Meghan haciendo senderismo en un parque de la Isla de Vancouver con su hijo Archie Mountbatten-Windsor y sus dos perros. En un segundo plano, dos guardias de seguridad también fueron fotografiados -uno era guardia de seguridad de la realeza y el otro un miembro de la Policía Montada del Canadá-. Durante los días siguientes, más de 80.000 canadienses firmaron una petición para que la pareja pagase por su propia seguridad. Al día siguiente, el equipo legal de Meghan emitió una queja sobre los paparazzi que la fotografiaron, alegando que se estaban escondiendo en los arbustos para capturar sus imágenes. Aunque generó indignación, la fotografía inadvertidamente argumentó por qué los Sussex necesitan cierto nivel de seguridad.
Para que el acuerdo de seguridad al estilo Blair funcione, la pareja tendría que tener algún ingreso propio. Aunque han especificado algunas de las tareas caritativas que continuarán llevando a cabo, hasta ahora, sus planes sobre un trabajo privado se han mantenido en secreto.
Fuente: Leer Artículo Completo