Ona Carbonell se retira para intentar cumplir su sueño de ser madre

Este verano escuchamos su nombre una y otra vez. Los Mundiales de natación sirvieron para que Ona Carbonell, capitana del equipo de sincronizada, agrandara aún más su leyenda… y su palmarés. La barcelonesa se volvió de Gwangju con dos medallas más al cuello.

Ayer, Ona emitió un comunicado con el que anunciaba que no estará en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. La deportista renuncia porque cree que es momento de pisar el freno, parar y dedicar a su familia todo el tiempo que le ha robado todos estos años de competición en la élite. Y para perseguir uno de sus grandes sueños: el de ser madre.

«Aunque el momento pueda sorprender, hay diversos factores relacionados con mi familia cercana que me empujan a ello. Quiero dedicar más tiempo a mi familia, que siempre está a mi lado, cuidarla como se merece y también ampliarla», se puede leer en esas líneas que nos pillaban a pie cambiado, porque se encuentra en un momento muy dulce a nivel profesional.

Quiero cuidar a mi familia como se merece y también ampliarla»

«Como mujer y deportista, conciliar mi vida profesional con la personal implica asumir decisiones como esta y dejar el deporte a un lado temporalmente, sin que esto signifique que vaya a renunciar a mi carrera como nadadora«, proseguía Carbonell, dejando claro que tan solo es un hasta luego.

Además, seguirá vinculada a las piscinas: «Mientras esto dure no estaré lejos. Seguiré intensamente vinculada al equipo, apoyando a mis compañeras en todo momento y trabajando de una manera diferente de la que lo he hecho hasta ahora, para más adelante poder volver a estar en el agua con ellas en futuros compromisos deportivos».

«Tengo grabada en la memoria mi primera participación en unos Juegos Olímpicos. Fue en Londres, en el año 2012, y lo recuerdo como uno de los momentos más especiales de mi vida. Un sueño de niña que se convirtió en realidad y que, además, tuve la gran suerte de poder repetir cuatro años más tarde en Río de Janeiro», continúa, con cierto aroma a nostalgia.

«Sin embargo, este año, a las puertas de un nuevo reto olímpico, me hallo en una situación personal diferente. Tras meditarlo mucho con mi familia, hablarlo y valorarlo detenidamente con mi entrenadora, y posteriormente con el resto del equipo, he decidido que en este momento quiero dar un paso a un lado«, concluye Ona ese escrito que supone un punto a una etapa brillante que, seguro, tendrá segunda parte.

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