La expectación era máxima. Todos estábamos esperando lo que parecía que iba a ser la imagen del día y el mundo de la palabrería y los rumores encendían su maquinaria desde esta mañana y es que todo apuntaba a que Meghan Markle y el príncipe Harry volverían a aparecer delante de las cámaras con motivo de la gala de los premios Endeavour, que premian el trabajo de los militares veteranos heridos durante un servicio. Y tras horas esperando las imágenes, por fin, Meghan y Harry han aparecido en Londres y el mundo enloquecía con los duques de Sussex.
La pareja acaparaba todos los flashes de los fotógrafos y es que el momento era muy pero que muy valioso: Meghan Markle y el príncipe Harry reaparecían de forma pública tras la polémica que ha surgido a partir de que los jóvenes decidieran que dejarán de representar a la monarquía británica el próximo 31 de marzo y que se ha popularizado a través de los medios de comunicación y las redes sociales como el «Sussexit«.
En esta ocasión, la pareja sabía que la atención hacia ellos tras unas semanas alejados y viviendo en Vancouver iba a ser tremenda y, por ello, les hemos visto muy relajados, cariñosos y demostrando una complicidad entre ellos realmente encantadora. Claro que lo que más nos ha sorprendido ha sido cómo Meghan Markle ha arriesgado con su estilismo desafiando la lluvia de la capital británica con un espectacular vestido midi de cuello redondo, mangas cortas y falda de tubo hasta la rodillas que nos ha conquistado por su atrevido color azul cielo con el que la duquesa de Sussex iba verdaderamente guapa.
Vía: ELLE ES
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