La última elección de Máxima de Holanda ha vuelto a acaparar titulares, y no precisamente por las atrevidas tonalidades a las que nos tiene acostumbradas sino todo lo contrario. Para un nuevo día cargado de compromisos sociales, primero visita a una cadena de supermercados y posteriormente a una planta de residuos, la consorte dejó de lado sus conjuntos repletos de color y decidió sumarse a una tendencia más sobria y sofisticada, una opción que nunca falla con la llegada de los meses de sol: look mocromático en tonos neutros.
Un estilismo totalmente opuesto al del pasado martes, con el amarillo como total protagonista, que reafirma la idea de que reina de los Países Bajos es capaz de defender cualquier tendencia que se proponga, un verdadero don.
En esta ocasión, la royal optó por una blusa fluida en color crema con lazo al cuello y pantalón de corte recto a juego, un sencillo estilismo en el que los accesorios jugaban un papel principal. Por una parte, Máxima colocaba un foulard sobre su hombro, en la misma gama cromática, para aportar un toque distintivo y por otro lado se subía a unas atractivas sandalias de cuña en tono beige con ligero tacón, un calzado versátil, cómodo y muy apropiado para el verano.
En cuanto a las joyas, muy relevantes en su elección, la reina de Holanda ha elegido piezas en color dorado, tanto la pulsera de eslabones como sus pendientes XXL firmados por Cartier que imitan la textura del bambú.
Una atractiva pieza para elevar más si cabe el resultado final que también forma parte de otro joyero de la realeza, en este caso el de la Reina Letizia. Aunque en un formato más pequeño, la royal española, eincluso la princesa Leonor, ha llevado en anteriores ocasiones estas joyas de ensueño de Cartier, en el caso más reciente en su viaje a Cuba. ¿Inspiración?
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