La vida de Norma Jane Baker fue de todo menos fácil. Llegó al mundo el 1 de junio de 1926, hija de una madre con problemas mentales y un padre desconocido, de quien nunca llegó a conocer su identidad. Con este aterrizaje, mucho deberían haber cambiado las cosas para que su vida no estuviera marcada por la depresión y las inseguridades. Sin embargo, ese cambio nunca se produjo. Los primeros años de su infancia los pasó con un matrimonio amigo de su madre hasta que a los seis años volvió a vivir con ella.
La infancia dura continuó con una adolescencia complicada marcada por los continuos ingresos de su madre en centros psiquiátricos y por una pobreza que la llevó a dejar sus estudios para empezar a trabajar en una fábrica con solo 16 años. A su madre, por cierto, le diagnosticaron una esquizofrenia paranoide que durante años Marylin pensaba que había heredado.
Fue durante la etapa de su trabajo en la fábrica cuando, tras casarse con su primer marido en 1942, un mecánico de aviones llamado James Dougherty, fue descubierta como modelo por un fotógrafo. Así comenzó su andadura ante las cámaras. Un camino lleno de obstáculos porque la industria tardó en tomarse en serio que era algo más que una cara bonita con un encanto embriagador.
Fue en 1947 cuando la 20th Century Fox le ofreció su primer contrato como actriz de reparto. Ahí comenzaría su relación de amor-odio con la gran pantalla. Y ahí fue cuando se despediría de su castaño natural y su nombre para convertirse en el mito de pelo rubio llamado Marilyn Monroe.
Con numerosas películas a sus espaldas, dos matrimonios fallidos (en 1954 con DiMaggio y en 1956 con Arthur Miller), una delicada estabilidad emocional, una relación extraña con John F. Kennedy (a día de hoy con más sombras que luces) y una constante lucha por demostrar que su talento iba más allá de un físico despampanante, la alegría y el desparpajo de Marylin se fueron consumiendo al tiempo que crecía su éxito.
La mujer de Con faldas y a lo loco, Ellos las prefieren rubias o Vidas rebeldes murió en extrañas circunstancias un 5 de agosto de 1962, a causa de una sobredosis de barbitúricos en su casa de Brentwood, California.
Marilyn Monroe soplando las velas durante su 30 cumpleaños.
Una de las escenas de The prince and the showgirl (1957), dirigida por Laurence Olivier y donde él era el otro protagonista.
En una escena de la película Don’t bother to knock (1952).
Junto a la actriz Jane Russell en Los caballeros las prefieren rubias, una de las películas que encumbró a la actriz como sex symbol del momento.
La actriz durante una escena de Monkey Business (1952).
En una escena de Clash by night (1952) bebiendo cerveza, en una imagen poco habitual de la actriz.
Diamonds are a girl’s best friend… Y la imagen que lo confirma.
La actriz recibe el Globo de Oro en 1962 de la mano de Rock Hudson.
Bailando en otra de las divertidas escenas de Gentlemen prefer blondes (1953). Y por algo será.
Durante el rodaje de The Misfits junto al guionista Arthur Miller, quien fue uno de sus grandes amores.
La actriz, protagonista de la película de River of no return (1953).
Uno de los emblemáticos retratos de la actriz que comfirman por qué es una de las intérpretes más atractivas del mundo.
Marilyn Monroe durante la conocida escena del metro de Nueva York donde mostraba, sin querer, la ropa interior.
Bailando junto a Cary Grant en Monkey Business.
A hombros durante el rodaje de Bus Stop.
Junto a sus compañeras de reparto Betty Grable y Lauren Bacall en How to marry a millionaire.
Una imagen que no puede recalcar mejor There’s no business like show business.
En una escena de Love nest (1951).
Una de las películas más reconocidas del historial de Marilyn Monroe es sin duda Some like it hot, cuya frase final es todo un hito de la historia del cine.
Primer plano de Marilyn Monroe de la película All about Eve (1950).
La actriz con jersey de cuello alto y pantalón de cuadros vichy.
Durante el rodaje de Niagara (1953) con un total look en turquesa.
Posando para la promoción de How to marry a millionaire.
En la premiere de How to marry a millionaire, en una imagen que retrata la época más dorada de Hollywood.
Con Marlon Brando en una escena de Desiree (1954).
Con falda tropical, en una escena de There’s no business like a show.
Abrazando a Franke Vaughn, actor de Let’s make love.
La escena más icónica de la actriz pasando por el metro de Nueva York en The Seven Year Itch (La tentación vive arriba en España).
Otro retrato de la actriz durante la película de We are not married (1952).
Durante el rodaje de The Misfits (1960), dirigida por John Huston.
Junto al que fue su marido, Arthur Miller.
Retrato de 1950 en la que aparece una camiseta marinera y cigarro en mano.
Junto a Groucho Marx en Love happy (1949), una de sus primeras películas.
En otra de las escenas de River of no return.
Marilyn Monroe en una prueba de vestuario de una de sus películas.
Otra de sus primeras películas, Jungla de asfalto (1950).
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