Las reglas de la familia real británica sobre el dinero, un terreno confuso

Aunque Zara Tindall es la hija de la princesa Ana y nieta de la reina Isabel II, es una jinete y medallista olímpica de plata en su propio derecho. Junto a su marido, el jugador profesional de rugby retirado Mike Tindall, ha convertido algunos de esos éxitos en acuerdos lucrativos con marcas. Imagen durante mucho tiempo de Land Rover, también ha diseñado colecciones cápsula, para la marca de joyería Calleija y para la marca de ropa Musto en los últimos años. Este jueves, Mike y Zara ampliaron su recorrido a la tecnología, anunciando un acuerdo con una compañía que está desarrollando una aplicación de seguimiento de la inmunidad al covid-19 para atletas.

Los Tindall serán los embajadores de V-Health Passport, una aplicación creada para ayudar a las juntas directivas deportivas a decidir qué jugadores pueden ser autorizados para competir en medio de la pandemia, según un comunicado de prensa de VST Enterprises. El comunicado no aclara si la pareja va a aceptar una tarifa por su trabajo, pero expertos de marcas que han hablado con el Daily Mail han estimado que podrían ganar entre 200.000 y 250.000 libras con el acuerdo.

La compañía fue fundada por Louis-James y Nicole Davis, dos emprendedores que han sido fotografiados con los Tindall en eventos privados en el pasado. En un comunicado, Mike alabó a la compañía, mientras que Zara dijo que pensaba que la tecnología era prometedora más allá de la pandemia. “Creo que el potencial de esta tecnología es muy interesante y tiene muchos usos en las carreras de caballos y los mundos ecuestres, desde pasaportes de caballos y ventas de purasangres, hasta la compra de entradas para la temporada de carreras de caballos”, dijo.

Cuando sus dos hijos nacieron, Ana decidió privarles de sus títulos con la intención de que pudieran llegar a tener vidas normales. A pesar de que no son miembros oficiales de la realeza, los miembros de la familia sin títulos aún se encuentran contra las cuerdas cuando promueven proyectos que señalan sus conexiones con la realeza. En enero, el hermano mayor de Zara, Peter Phillips, fue criticado en los tabloides por aparecer en una serie de anuncios chinos de leche que mencionaban el amor que tuvo en su infancia por las vacas de Jersey en la casa Longleat de la reina.

Cuando Meghan Markle y el príncipe Harry dejaron la familia real a principios de año, se reveló lo complicados que pueden ser las normas que afectan a la familia real y a sus patrocinios. Como senior royals, no podían tener trabajos extra ni aceptar tarifas por sus acciones. Ahora que ya no son representantes de la reina, se les permite ganar dinero, pero no pueden usar sus títulos cuando hacen negocios privados. Ese término de su acuerdo con la reina podría ser la razón por la que el príncipe indicó una nueva forma de conocerle, “llamadme solo Harry”, en una cumbre de sostenibilidad en marzo.

Por sus logros deportivos, Zara y Mike han tenido más libertad para perseguir asociaciones y más facilidades a la hora de encontrar marcas que no recurrieran a los lazos reales de la pareja en sus anuncios y campañas. Pero este nuevo contrato llega en medio de una gran crisis y el producto está directamente relacionado con ella. Es posible que nunca sepamos si la reina ya ha expresado cierta decepción a puerta cerrada.

Artículo publicado originalmente en la versión estadounidense de Vanity Fair y traducido por Paula Peña. Acceda al original aquí.

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