Un día, de la noche a la mañana, las publicaciones que Enrique Ponce tenía en su Instagram y que recordaban a su vida con Paloma Cuevas, desaparecían. También le hacía ‘unfollow’. En su día, se llegó a la conclusión de que el torero tan solo quería que su exmujer no sufriera con su nueva vida al lado de Ana Soria. Sin embargo, no fue capaz de eliminar absolutamente todo el rastro de aquel pasado.
No, porque hay varias imágenes y declaraciones a amor puro hacia Paloma. Sí, hay que hacer ‘scroll’, pero se llega. Por ejemplo, si llegamos al 25 de octubre de 2017, día del aniversario de su boda, cediéndole todo el protagonismo a la novia, leemos: «Han pasado los años y nuestro amor siguió creciendo. Han pasado los años pero el tiempo no ha podido hacer que pase lo nuestro».
Los mensajes de los días de las madres que ha celebrado al lado de Paloma, tampoco ha querido hacerlos desaparecer. Pondremos este ejemplo, también de ese 2017. «¡Felicidades mamás! Gracias Paloma, por ser la madre que siempre soñé para mis hijas», escribía Ponce en aquella ocasión.
Aunque puede que esta imagen, con mirada cómplice en San Valentín, sin necesidad de una explicación más allá que un puñado de buenos ‘hashtag’ muy bien elegidos, sea la muestra más significativa e que las palabras de amor de Enrique en su día, aún tienen un poso en su corazón lo suficientemente sólido como para terminar con todos los recuerdos al lado de Cuevas de un plumazo.
Alguna que otra más, se encuentra. Una de ellas, contiene dos imágenes en la boda de sus amigos, donde posan como una pareja feliz, sin imaginarle el desenlace al que iban a tener que llegar con su matrimonio hace dos veranos.
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