Kate Middleton, el príncipe Guillermo y sus hijos, los príncipes George, Charlotte y Louis, se han tomado un breve descanso. Han salido de sus estancias habituales, el palacio de Kensighton y Anmer House, para poner rumbo a un lugar, sin embargo, conocido: las islas Sorlingas, un archipiélago de cinco pequeñas islas habitadas situado frente a la costa de Cornualles, al suroeste de Inglaterra. Allí, en la isla de Tresco, estuvieron el pasado mes de julio, recorriendo los mismos lugares en los que antes disfrutó el príncipe Guillermo con su hermano Harry. Porque allí veranearon los nietos de Isabel II en 1989 junto a sus padres el príncipe Carlos y Diana de Gales, como recuerda una fotografía de ellos en bicicleta.
Los royals británicos visitan las islas de forma oficial y con frecuencia, aunque quien más la ha frecuentado ha sido el príncipe Carlos, a veces solo y otras acompañado, por Diana y más recientemente por la duquesa de Cornualles.
El príncipe Carlos tiene, de hecho, una casa en la isla de St Mary, Tamarisco, con jardín y vistas al mar ubicada, construida a mediados de los 60 aunque renovada recientemente y en alquiler a través del portal de alquiler vacacional del ducado de Cornualles. Aunque no está claro que sea aquí mismo donde se alojaron los Cambridge sí que la casa donde se han hospedado es de características similares: una modesta vivienda de piedra de cuatro habitaciones.
Quienes los han visto en la zona, han comentado que estaban los cinco solos y parecían “una familia normal” en un descanso tranquilo en este año raro aprovechando una semana de vacaciones escolares de sus hijos mayores. Esta escapada es previa al nuevo confinamiento decretado en Reino Unido, que comenzará el jueves y se prolongará, en principio, durante un mes sin que afecte a escuelas y universidades. Se cree que los Cambridge regresarán a Kensington este fin de semana para que George y Charlotte vuelvan a sus clases en Thomas’s Battersea el próximo lunes.
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