La muerte del marqués de Griñón supuso un mazazo demasiado duro para su hija Tamara Falcó. La diseñadora fue captada a su llegada al crematorio absolutamente destrozada por ese golpe de la vida, que le había arrancado la de su padre, víctima del coronavirus, de la noche a la mañana. Sin poder despedirse. Sin opción de una capilla ardiente como le hubiese gustado.
Tamara colgó una foto en Instagram, días después de la pérdida, junto a todos sus hermanos de padre y con un texto que servía para despedirse de él juntos. Algo muy alejado de la imagen de naturalidad y de la impronta personal que tienen las redes de la hija de la Preysler. Como todo lo que hace. Entre esa foto y las noticias que hemos tenido de ella en las últimas horas, tan solo un tímido guiño en sus ‘stories’ a ese tema ‘Resistiré 2020’, impulsado por Cadena 100.
Poco a poco, y a pesar de esa tremenda tristeza en la que esta sumida, va recuperando su día a día. Parece que, Instagram, también. Al menos, eso queremos pensar tras ver la imagen que ha colgado este Domingo de Ramos. Una foto junto a Miguel, hijo de Ana Boyer y Fernando Verdasco, con la que quiere volver a pensar en la vida.
«La primavera siempre ha sido símbolo de la vuelta a la vida. Mi ahijado Miguel con su añito recién cumplido me recuerda justamente eso», escribe al lado de la imagen, dejando claro que sigue rezando por su padre en medio de estos tiempos convulsos que nos envuelven a todos.
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