Los gurús de tendencias apuntan que la falda será un must have de primavera. Y el catálogo de diseños es interminable: midi, pareo, larga, drapeada, con volantes, rollo sixties… Esta semana, doña Letizia ha lucido dos. En estilos muy diferentes, pero muy deseables las dos. El jueves 5 por la mañana, la Reina acudió a un acto oficial con motivo del Día Mundial de las Enfermedades Raras, en Madrid. Para la cita, configuró un look lady en el que detecto dos tendencias de primavera que vienen de atrás…
Empiezo por el rosa empolvado de la blusa, de Adolfo Domínguez. El baby pink, que ha arrasado este invierno (también en el armario de la Reina), no va a irse. De momento se queda y va para largo. Yo me voy a mantener en el rosa, se ha hecho fuerte en los looks y seguirá entre mis favoritos. Sin embargo, reconozco que no todos los rosas me gustan igual. El tono pastel o tiza me parecen ideales. No tanto el fucsia o el chicle. La otra tendencia best seller que veo es la falda plisada. No hay falda midi que se resista a un bonito plisado. Esta que lleva Letizia, de la firma Reiss, además tiene un efecto degradé que acentúa el efecto del tableado. La combinación de las dos piezas va como la seda. Me parece un look muy ladylike, que completó con la melena trabajada en ondas XXL.
Y de una falda a otra. Rescato en este post la elección de la Reina el martes 3 en el Palacio de El Pardo de Madrid. Imposible pasar por alto la falda lápiz de Roberto Verino. La tengo fichadísima.
Esta falda es una pieza estrella. La ha llevado varias veces desde hace dos años y es la típica falda atemporal y súper adaptable a todo tipo de tops y blusas. Un objeto de deseo total (para mí). En esta ocasión, Doña Letizia creó un nuevo estilismo con una blusa en color naranja butano de Zara. Ya me comentó una amiga experta que el naranja iba a ser una de las tendencias más deseables de esta primavera-verano. Pues dicho y hecho. Bravo por el naranja, aporta mucha luz. Pero yo me quedo con el rosa. Me sigue pareciendo lo más.
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